ICV-EUiA, la formación que más activamente se ha estado oponiendo al proyecto del Gobierno autonómico -avalado por el PSC- de bajar radicalmente los impuestos a los casinos para favorecer el proyecto de BCN World, se ha aliado con la CUP contra la ley sobre este futuro complejo de juego y ocio.
La diputada de ICV-EUiA al Parlamento autonómico Hortènsia Grau, junto con la diputada de la CUP, Isabel Vallet, han registrado este jueves una solicitud de dictamen al Consejo de Garantías Estatutarias -órgano consultivo que vela por la adecuación al Estatuto y a la Constitución de las iniciativas de la Cámara autonómica- sobre la modificación legislativa, que se tiene que votar próximamente en el pleno, y que facilitará la instalación del Barcelona World en terrenos de Vila-seca (Salou).
"Consideramos que es una ley hecha ad hoc, que vulnera el principio de autonomía local en cuanto al urbanismo, y responde a unos intereses de negocio ligados a la especulación y no al interés general", ha lamentado Grau, que también ha censurado el modelo económico que hay detrás del proyecto Barcelona World.
"Creemos que con una cuestión tan grave cómo es el cambio de modelo económico, la ciudadanía tendría que tener derecho a decidir si quiere continuar con una economía de casino basada en el tocho y el juego", ha continuado Grau.
"Los intereses de la mayoría"
"Ni Singapur, ni Macao, ni Las Vegas, el modelo económico no te lo juegas en el casino", ha subrayado, por su parte, Vallet, que ha señalado que los intereses de los impulsores del complejo de ocio y juego "son contrarios a los intereses de la mayoría".
En concreto, ICV-EUiA y la CUP piden un dictamen sobre el Proyecto de ley de modificación de la Ley sobre centros recreativos turísticos, y de establecimiento de normas en materia de tributación, comercio y juego, que data de 1989. Esta modificación se aprobará con toda seguridad, pero no con los socios habituales.
En este caso, ERC no ha querido apoyar el proyecto de sus aliados de CiU, y la federación nacionalista ha encontrado otra ayuda: el del PSC de Pere Navarro, que recientemente llegó a un pacto con el presidente de la Generalidad y de CiU, Artur Mas, para sacar adelante la modificación legislativa.
Los aliados de CiU
El punto más polémico de esta modificación es el que rebaja los impuestos a los casinos de forma radical -pasarán de tributar en una horquilla que va del 55% al 20% a pagar sólo un 10%-.
La admisión a trámite del proyecto de ley se aprobó en octubre con los votos en solitario de CiU y l¡abstención de ERC, PSC y PP. El resto del Parlamento, ICV-EUiA, Ciutadans y la CUP, presentaron enmiendas en contra.
Anteriormente, en julio, CiU también contó con la abstención de independentistas, socialistas y populares para rechazar una moción de ICV-EUiA que instaba al Gobierno autonómico a paralizar el proyecto de ley.