Los representantes del Parlamento autonómico de Cataluña, Jordi Turull (CiU), Marta Rovira (ERC) y Joan Herrera (ICV-EUIA), han defendido este martes en el pleno del Congreso de los Diputados la Proposición de Ley Orgánica de delegación en la Generalidad de Cataluña de la competencia para autorizar, convocar y celebrar un referéndum sobre el futuro político de Cataluña.

Los tres han asegurado presentarse con una mano tendida para llegar a un acuerdo pero, al mismo tiempo, han coincidido en asegurar que, decida lo que decida el Congreso, se votará una consulta para la secesión de Cataluña. Y han argumentado que lo han "intentado todo" para conseguir un "encaje" de Cataluña en España, pero no han tenido éxito en su opinión.

Turull amenaza con un "camino sin retorno"

En su primera intervención, Turull ha advertido de que en Cataluña hay un amplio convencimiento de que "así, ni se puede, ni se quiere seguir" porque las instituciones autonómicas o la lengua catalana "avanzan hacia la residualidad". Por, ello, ha asegurado que "si se quiere, se puede" celebrar el referéndum rupturista, "pero si ustedes no quieren, aunque puedan, no desistiremos" y se buscarán "otras vías" para hacerlo.

El dirigente de CiU ha asegurado que los ciudadanos de Cataluña, desde septiembre de 2012, "han hablado muy alto y muy claro", también "en la calle". Y ha reivindicado que Cataluña es "una nación" y "un pueblo que siempre ha querido gobernarse a sí mismo". Según Turull, "ha llegado la hora de que Cataluña vote y decida su futuro" porque ha tomado un "camino sin retorno".

Rovira: "No se nos acepta como somos, como pensamos, como soñamos"

Rovira ha empezado considerando que los catalanes y el reso de españoles, "si nos conociéramos más, nos apreciaríamos más". Y ha justificado la petición para realizar el referéndum independentista en que supuestamente una mayoría de los catalanes ha llegado a la conclusión de que el "encaje" en España no es posible, porque tienen la sensación de que "no se nos acepta como somos, como pensamos, como hablamos, como soñamos".

Según la dirigente de ERC, Cataluña "se nos derrite en las manos" por falta de "instrumentos" y de "competencias", por lo que, ha concluido que "no podemos hacer nada". También ha asegurado que "lo hemos intentado todo" por conseguir "un encaje amable y digno" de Cataluña en España.

Herrera carga contra el "anticatalanismo" del PP

Por su parte, el líder de ICV-EUiA, Joan Herrera, ha instado al Congreso a actuar de forma "razonable" e "inteligente" y autorice la consulta secesionista porque "no hay mejor propuesta que la ciudadanía hable", y ha advertido de que el "no" solo hará "aumentar la distancia" de Cataluña con el resto de España.

"Lo razonable e inteligente en otras latitudes es canalizar la demanda, no negarla, a no ser que se busquen réditos electorales", ha añadido, y ha asegurado que España tiene "la realidad más plurinacional de toda Europa". También ha criticado al PP por ser "prisioneros de años de anticatalanismo".

El Gobierno advierte de que no es posible celebrar una consulta secesionista

Previamente, el secretario primero de la Mesa del Congreso, Ignacio Gil Lázaro, ha leído el escrito en el que el Gobierno argumenta que no es posible que los ciudadanos de Cataluña decidan, de forma unilateral, sobre cuestiones que afectan al conjunto de España, y por tanto, no es posible la celebración de un referéndum independentista.

El texto señala que "sólo puede consultarse lo que se va a decidir: no caben consultas meramente especulativas". "Y si Cataluña sola, de manera unilateral, no puede decidir jurídicamente su separación de España, tampoco lo puede técnicamente consultar. Y si no puede consultarlo, no puede delegársele la facultad correspondiente", añade.

Además, destaca que el artículo 150.2 de la Constitución "prevé sólo la transferencia de facultades correspondientes a materia de competencia estatal, pero no la competencia estatal, toda ella, en sí misma". "Se pretende como objeto de delegación una facultad que supondría un vaciamiento completo de la competencia del Estado", insiste.

Finalmente, advierte de que "la soberanía nacional reside en el pueblo español" y concluye que la consulta se opone "frontalmente al propio fundamento de la Constitución, la indisolubilidad de la Nación y la indivisibilidad de la patria de todos los españoles".