El presidente de la Generalidad, Artur Mas, y el que ahora es seguramente su hombre de máxima confianza en el Gobierno autonómico en relación con el proyecto independentista, Francesc Homs, han protagonizado los últimos dos días un episodio de declaraciones contradictorias alrededor de la hipotética consulta secesionista. Un episodio que recuerda notablemente a la vieja táctica de CiU, ya desde los tiempos de Jordi Pujol, de alternar palabras con un elevado tono nacionalista con otras mucho más moderadas, y conocida popularmente con el refrán hacer la puta y la Ramoneta.
"La decisión de qué tiene que ser Cataluña corresponde a los catalanes, como es lógico", ha dicho este viernes Mas, en declaraciones a los periodistas en Terrassa. Unas palabras que no tendrían nada de particular, teniendo en cuenta su proyecto rupturista. Pero que llegan justo al día siguiente de que Homs propusiera, en Madrid y en los micrófonos de la Cope, un doble referéndum en que primero se votaría sobre la independencia en Cataluña y, posteriormente, "el conjunto del cuerpo electoral español" se pronunciaría sobre una reforma de la Constitución que la posibilitara.
Una propuesta que sorprendió en el entorno independentista -ERC y la CUP se pronunciaron en contra-, y que coincide aproximadamente con la que también ayer hizo un político tan poco sospechoso de nacionalismo como el ex ministro socialista Josep Borrell. Y este mismo viernes, el diario El Mundo daba una posible explicación: que la Generalitat está buscando el apoyo del Gobierno para "dar marcha atrás" en el proyecto independentista, que temen que se les pueda "escapar de las manos".
Según El Mundo, Homs está actuando "en todo momento con autorización de Artur Mas". Pero el propio Artur Mas se ha encargado de nivelar la balanza de las declaraciones: "El futuro depende de la voluntad de los catalanes", ha dicho hoy:
"Estamos donde estábamos siempre", ha insistido. "La decisión de qué tiene que ser Cataluña corresponde a las catalanas y a los catalanes, como es lógico, del mismo modo que la decisión de cómo tiene que ser Escocia corresponde a los escoceses."
Y Mas todavía ha compensado más las declaraciones del día anterior de Homs cuando ha añadido que "si el resultado de la consulta fuera en la línea de que Cataluña se constituyera en un estado, tal como está formulada la pregunta, o incluso que este estado llegara a ser un estado independiente, entonces, evidentemente, el resultado de esta consulta es lo que se tiene que hablar, no sólo con Madrid, sino con Bruselas y con todos los países del mundo".
De hecho, Mas ha puntualizado, antes de hacer sus declaraciones de hoy, que "el propio consejero Homs lo ha aclarado esta mañana desde Madrid". Y, en efecto, Homs ha matizado -casi rectificado- sus palabras del día anterior.
Así, Homs ha sostenido que el resultado de una consulta en Cataluña "no se invalidaría" con el de un referéndum en toda España, "a no ser que el pueblo de Cataluña votara diferente". "Quien es soberano para decidir su futuro es el pueblo de Cataluña", ha afirmado. "No se trata de depositar la capacidad de decisión del pueblo de Cataluña en manos de otros", ha añadido. En este sentido, y sobre la "decisión" de los catalanes, sólo ha matizado que "otra cosa son las condiciones de cómo se implementa".