Antoni Herce, que fue presidente de Ferrocarriles de la Generalidad de Cataluña (FGC) entre los años 1999 y 2000, ya ha vuelto a la cárcel. Herce ya ha ingresado en el centro penitenciario de Quatre Camins, después de que la Audiencia de Barcelona anulara el tercer grado de que disfrutaba desde el verano, y que le obligaba sólo a pernoctar, de lunes a jueves, en un centro de régimen abierto situado en la cárcel Modelo de Barcelona.
Herce, junto con otro ex presidente de FGC, Enric Roig, fue condenado a cuatro años y medio de prisión por un delito de malversación de fuentes públicos. En primera instancia habían sido condenados a seis años, pero el Tribunal Supremo les rebajó la pena en 2012.
Ambos ingresaron en prisión en mayo de 2013, y sólo 48 días después la Consejería de Justicia de la Generalidad les otorgó el tercer grado penitenciario. Posteriormente, en octubre, el Juzgado de Vigilancia Penitenciaria número 6 de Cataluña les anuló este tercer grado, considerando que la decisión de la Consejería de Justicia no era "ajustada a derecho".