El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, ha reiterado este jueves -por enésima vez- que el proyecto independentista promovido por el presidente de la Generalidad, Artur Mas, es un asunto interno español que debe resolverse en base a la Constitución.
"No puedo pronunciarme sobre cuestiones constitucionales internas de un país. Admiro mucho la cultura catalana, me encanta, [pero] sobre una cuestión política interna yo no puedo hablar porque no tengo competencia, no es competencia de la Comisión pronunciarse sobre cuestiones internas constitucionales españolas", ha señalado en una entrevista en TVE.
A pesar de ello, y ante la insistencia del entrevistador, ha añadido:
"Desde un punto de vista de derecho europeo, lo dice claramente, también para el caso de Cataluña: si hay un territorio de un país que sale de ese país, claro que es otro Estado. Y ahí tendría que pedir la adhesión, si lo quiere, a la UE. Y los otros países tendrían que aceptarlo para que sea miembro [de la UE]. Eso es una cuestión de derecho europeo que es muy clara. Es una doctrina que ya está establecida mucho antes de mi Comisión. Discutir eso es una cuestión del Estado español que debe decidir de acuerdo a sus normas constitucionales y yo solo puedo decir cuáles serían las consecuencias desde un punto de vista del derecho europeo".
Alerta del peligro de "los nacionalismos extremos"
Posteriormente, durante su discurso de aceptación del Premio Europeo Carlos V de la Academia Europea de Yuste (Cáceres), que ha recibido de manos del Príncipe Felipe, y en presencia del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, Barroso ha advertido del peligro de "los egoísmos nacionales, los nacionalismos extremos y las guerras".
El dirigente comunitario ha apelado a la "unidad europea". "Europa tampoco es responsable de la crisis y no sería bueno que se convirtiera en una víctima de ella. Europa no es parte del problema, es una parte de la solución. Si no luchamos para defender Europa, podemos perderla", ha añadido.
Y ha apelado a "la unión de los pueblos en la libertad y la diversidad, la revolución que quiere hacer posible un nuevo desarrollo de nuestra civilización y permitirle un nuevo renacimiento se inicia en estos días en que se constituyen las primeras instituciones supranacionales de Europa".