Stephen Harper, presidente del Gobierno federal de Canadá

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Política

Imputan a un noveno mosso d'esquadra por el fallecimiento de Juan Andrés Benítez

La jueza instructora considera injustificable que agentes de la policía autonómica borren posibles pruebas de un delito. El agente alegó cuestiones de higiene y de protocolo de actuación para justificar haber limpiado el charco de sangre del empresario.

20 noviembre, 2013 17:50

El Juzgado de Instrucción número 20 de Barcelona ha decidido imputar un noveno mosso d'esquadra por el caso Raval, que investiga la muerte del empresario Juan Andrés Benítez después de que agentes de la policía autonómica le redujeran y, como muestran algunas imágenes, le golpearan mientras estaba siendo inmovilizado.

La titular del juzgado, Eva Moltó, que lleva el caso, ha imputado al noveno agente por un delito de obstrucción a la justicia, al presuntamente haber limpiado con una botella de agua el charco de sangre que quedó en el suelo en el lugar donde Benítez fue inmovilizado, después de la actuación policial. El agente tendrá que declarar el próximo miércoles, día 27.

Según una resolución judicial conocida este miércoles, el nuevo agente imputado, en su anterior declaración al juzgado explicó que "alguien le dijo que había una mancha de sangre", y que la limpió "por salubridad". El agente añadió que sabía que la sangre era de Benítez, y que "en la escuela [de los Mossos d'Esquadra] les enseñan a limpiar este tipo de manchas", porque se considera que "dejar un charco de sangre en el suelo no es higiénico".

No se fotografió ni se tomó ninguna muestra

Por el contrario, la jueza cree de que el hecho que "agentes de la policía procedan al borrado o la alteración" de "vestigios de un posible hecho delictivo", sin previamente haberlo "preservado", no se puede "justificar", ni por "razones de salubridad, higiene o protocolos de actuación". La jueza también indica que habría bastado con hacer "una fotografía" del charco de sangre, y de tomar una muestra de la misma, antes de limpiarla.

La jueza deduce que el agente ahora imputado ya estaba presente al lugar de los hechos mientras sus compañeros -imputados previamente- "realizaban la intervención sobre la persona del señor Benítez". Por eso ha decidido imputarlo también por "posible colaboración" en el resto de hechos investigados.

El asunto del charco de sangre no es el único indicio de que agentes de los Mossos hayan intentado destruir pruebas en el caso Raval. Según se divulgó el viernes, agentes de la Policía Científica del Cuerpo Nacional de Policía -que actúa como policía judicial en este caso- recuperaron 16 fotografías del móvil de una vecina, que las borró después de que agentes de los Mossos pasaran por su casa para pedirle las imágenes.