Como había anunciado, el presidente de la Generalidad, Artur Mas, ha escenificado este miércoles su enfado por no poder intervenir en el Foro Económico del Mediterráneo Occidental.

Tras compartir unos minutos con el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y con el ministro de Asuntos Exteriores y de Cooperación, José Manuel García-Margallo, y después de dar la bienvenida a los asistentes al foro y de posar ante los periodistas para la foto oficial, el dirigente nacionalista ha abandonado el Palacio de Pedralbes con dirección al Parlamento autonómico -donde se celebraba un pleno ordinario-, pese a que estaba invitado a la reunión. En la Cámara autonómica, Mas ha asegurado que "no hay problemas protocolarios", sino que "hay imposiciones protocolarias que generan problemas".

El presidente autonómico cerraba de esta forma una semana de desencuentros protocolarios entre el Gobierno y la Generalidad que se iniciaron el jueves pasado, cuando del presidente autonómico también se negó a asistir a un acto organizado por Fomento del Trabajo en Barcelona al no poder presidirlo. La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, que ejercía de presidenta del Gobierno en funciones, fue la encargada de hacerlo, tal y como establece el protocolo.

"El mundo camina irremisiblemente hacia procesos de integración"

Por su parte, Rajoy ha aprovechado su intervención en el foro para lanzar un mensaje a Mas. "Lo moderno es la unión, no la disgregación", ha advertido. Y ha añadido que "en el siglo XXI es imposible sobrevivir al margen de una sociedad internacional cada vez más interdependiente", por lo que "el mundo camina irremisiblemente hacia procesos de integración".

El presidente del Gobierno ha insistido en que "el signo de los tiempos es la integración y no el aislamiento". Y ha ensalzado Barcelona como un lugar "donde las identidades se suman y los arraigos se comparten".

Rajoy ha asegurado que todos los españoles sienten Barcelona como "honra de España", ha reivindicado la capital catalana como un ejemplo del Mediterráneo y de la convivencia entre pluralidad, cosmopolitismo y apertura, siendo capaz de combinar en una misma ciudad un carácter fiel a su identidad y raíces con una personalidad abierta e integradora.

"Barcelona es ejemplo de esa suma, de tantas aportaciones que pueden armonizarse positivamente en un proyecto común que no excluya a nadie", ha concluido.

Además de representantes de los gobiernos de España, Francia, Italia, Portugal, Malta, Marruecos, Argelia, Libia, Mauritania y Túnez, han estado presentes en el foro Juan Rosell (CEOE), Antonio Brufau (Repsol), Salvador Gabarró (Gas Natural Fenosa) y Juan Miguel Villar Mir (OHL), entre otros empresarios.