El líder de UDC y portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran i Lleida, asegura que, al contrario de lo que apuntan algunas informaciones publicadas los últimos días, "todavía no hay ninguna negociación" entre el Gobierno y la Generalidad sobre la posibilidad de celebrar un referéndum independentista en Cataluña, "y todavía menos sobre el contenido de la pregunta o sobre si ha de ser una o diversas".
Duran ha hecho estas afirmaciones en su carta semanal a la militancia de UDC publicada este viernes, en la que ha insistido en que "todo está por hacerse y no será fácil hacerlo":
"El camino está marcado. No comparto las especulaciones que se hacen sobre las consecuencias del último encuentro de los presidentes del Gobierno español y del [autonómico] catalán. [...] No soy fatalista, pero tampoco optimista ante los resultado de un posible y necesario diálogo".
"No sirven las reglas de juego del actual statu quo"
Duran, que no asistió a los actos de la Diada por encontrase de viaje en el extranjero, ha señalado que las celebraciones fueron "un éxito" y ha calificado la cadena humana independentista como "un clamor cívico", aunque ha advertido de que "ahora vendrá la parte más difícil: cómo se administra esta ilusión".
En su opinión, "desde el resto del Estado se ha de entender que no sirven las reglas de juego del actual statu quo". "Garantizar una Cataluña libre y soberana en una España plurinacional requiere estructuras confederales que el marco constitucional actual no tiene", ha indicado.
Por otra parte, según el dirigente nacionalista, "desde Cataluña se ha de aceptar que el entusiasmo y el voluntarismo no son los únicos componentes del pacto y del compromiso". "Son momentos difíciles y hace falta diálogo, sensatez, interés común y racionalidad para superarlos", ha añadido.
Y ha pedido que, "por favor, no dividamos el país [por Cataluña] en catalanes buenos y malos", en referencia a que "no es más catalán y más comprometido con su país y con el futuro de sus generaciones el que defiende la independencia que quien no lo hace; quien asiste por esta razón a la Via Catalana o a cualquier otra manifestación que quien no va".
"Sé que voy a contracorriente de lo que en estos momentos es un sentimiento dominante, pero el compromiso de un político vocacional con auténtica voluntad de servicio y de sentido comunitario no es empujar a la gente. Eso es fácil, lo difícil es liderarla, y esta es la obligación de cualquier dirigente", ha concluido.