Estaban todos los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado en alerta por posibles incidentes en las calles españolas a raíz del tenso Marruecos-España. De hecho, no quedan muy lejos los disturbios protagonizados por aficionados del país norteafricano tanto en Bélgica, estos días, como en Barcelona, en septiembre con el fútbol como excusa. Pero, a la hora de la verdad, los mayores desórdenes han corrido a cargo de ciudadanos españoles tumbados en el sofá de casa con el móvil en la mano.

El refranero español recoge algunos dichos que incluyen la palabra moro, herencia de una historia pasada de convivencia entre culturas y pugna por las tierras de la Península y más allá. Así, todavía hoy se escuchan expresiones como “no hay moros en la costa”, “prometer el oro y el moro” y “quien no fue buen moro no será buen cristiano”, con sus respectivos orígenes y explicaciones. De la que no encuentro un rastro histórico es de la horrible y claramente racista “leña al moro”, más allá de una lamentable portada de un diario deportivo que tituló con esas tres palabras años atrás. Pues bien, Twitter se llenó de ella durante el partido.

A estas alturas, desconozco cómo funcionan las entrañas de Twitter, y si Elon Musk ha cambiado o va a variar el algoritmo. Pero sorprende que con unos pocos miles de tuits se eleve a la categoría de lo más comentado la etiqueta “leña al moro”. Pero no fue la única. También se convirtieron en tendencia “Franco” y “guarden carteras”, en clara alusión racista contra nuestros vecinos y conciudadanos, entre otros comentarios. Incluso hubo algún anónimo –porque esas barbaridades solo se escriben con la cara tapada– que compartió que, si bien España cuenta con Manolo el del bombo, Marruecos tiene a Mohammed el de la bomba. No es ese el foro adecuado para hacer tal comparación.

Tampoco comprendo –ni me apetece demasiado– quién y cómo crea una tendencia de este tipo, porque lleva un trabajo detrás y persigue un objetivo. Y, claro, llega un punto en el que estas etiquetas tienen más críticas que elogios, pero la bola se va haciendo más grande y el “leña al moro” sigue escalando posiciones en la lista de trending topic. Da igual. Pusimos toda la atención en los posibles disturbios callejeros y el problema lo teníamos dentro de casa. Dicen que el fútbol es un deporte integrador. Bien, pues todos estos energúmenos –no importa la nacionalidad, los hay en todos lados– deberían jugarlo más –lo de leer y viajar se da por imposible– y opinar menos.