La tasa de fracaso escolar en España es de las más elevadas de la Unión Europea. El año pasado estaba en el 18,3%, un gran avance respecto al 2006, cuando se situaba en el 30,3%, pero seguíamos a la cola.

Abandono de los estudios y el paro juvenil son dos fenómenos que evolucionan en paralelo. Así, los alemanes, que tienen un fracaso del 10% --muy influidos en el mal sentido de la expresión por la herencia de la RDA--, soportan un envidiable paro juvenil del 7%.

Son los campeones de Europa en la formación profesional (FP) dual, que combina el estudio de una profesión técnica con el trabajo en una empresa. En el conjunto de la UE, el 49% de los estudiantes de secundaria cursan alguna forma de FP, mientras que en España apenas son el 35%.

Estos datos tratan de poner de relieve la importancia de este tipo de educación para cualquier país, para sus jóvenes y para su industria. En el País Vasco, donde el 50% de los estudiantes optan por la FP en lugar de la universidad, su índice de ocupación a los seis meses de acabar los estudios es casi el 100%.

Pero, claro, el Gobierno vasco gasta cada año 7.320 euros por alumno, el 41,5% más que la Generalitat. Y mientras Vitoria empuja la FP dual para dotar a su tejido empresarial de mano de obra joven y preparada, la Generalitat se dedica a luchar por la república y a recordar canciones infantiles. O sea, que está mano sobre mano.

Cataluña tiene pendiente de desarrollo una ley sobre FP aprobada en 2015 pero en torno a la que han sido incapaces de ponerse de acuerdo los consellers implicados porque pertenecían a distintos partidos de la coalición de gobierno. Patronales y sindicatos se han atrevido finalmente a levantar la voz contra esa dejadez vergonzante con la esperanza de que ahora que las consejerías con más peso en la materia --Enseñanza y Trabajo-- están en manos de ERC será más fácil que se entiendan.

Pero puede que esas expectativas no se vean satisfechas. Nuestros políticos locales están por otras cosas, y además le echan un morro increíble. Ayer mismo, el conseller de Enseñanza, el republicano Josep Bargalló, quien ya ocupó esta cartera en el primer tripartito de Pasqual Maragall, clausuraba así la XVI Jornada sobre la Calidad de la Enseñanza: “En Cataluña se tienen claras las políticas educativas en FP”. Menos mal.