La corporación Masaveu, uno de los grupos familiares más descollantes del firmamento hispano, navega con las velas desplegadas y a una extraordinaria velocidad de crucero. En 2024 alcanzó una facturación de 580 millones, un flujo de caja de 175 y un beneficio neto de 130. Este último dobla con creces el del año anterior.

Del resultado, se aplicaron a dividendo 40 millones. Con ello, ascienden en total a 500 los repartidos a los afortunados socios en el curso de los últimos once años.

El balance consolidado de Masaveu es más robusto que el platino iridiado. Sus activos suman 4.350 millones y el patrimonio neto, 1.724. Tales magnitudes no llegan a reflejar ni de lejos las verdaderas proporciones de este gigantesco conglomerado, compuesto por 150 sociedades filiales o participadas directas. Solo en acciones de compañías cotizadas, embalsa nada menos que 1.200 millones de euros.

Pero vayamos por partes. Los tentáculos de Masaveu se extienden por cuarenta países y abarcan ocho líneas de negocios. Destacan los inmuebles, las energías limpias y las inversiones financieras.

En el primer renglón es dueña de media docena de grandes bloques de oficinas en Estados Unidos, sitos en Dallas, Houston, Miami y Washington, que albergan 2.300 plazas de aparcamiento.

Adicionalmente, controla un nutrido lote de edificios señoriales de alto valor histórico sitos en Oviedo, donde radica su sede social desde los tiempos fundacionales del siglo XIX.

Por último, tiene a su cargo 12 estacionamientos en varios puntos de la geografía peninsular, con 5.800 plazas. Entre ellos figuran dos ubicados en Barcelona: el Roma 2000, junto a la estación de Sants, y el parking del Hospital Vall d’Hebron.

En el pujante campo de la energía, la casa apuesta desde hace tiempo por la solar y la eólica, que desarrolla en España, Portugal y, sobre todo, Estados Unidos. La capacidad instalada suma 320 MW, pero se va a incrementar de forma notable con otros 120 MW que se hallan en fase de ejecución.

En cuanto a las posiciones en bolsa, Masaveu posee el 3,8% de Energías de Portugal, tercera generadora eólica del mundo. El lote se tasa en el mercado de valores en 560 millones. La cartera incluye asimismo gruesos paquetes de acciones de Banco Santander, Bankinter, Unicaja, Línea Directa Aseguradora y Logista.

Al margen de las actividades transcritas, la holding ovetense es propietaria de un ramillete de bodegas prestigiosas, entre las que son de citar Fillaboa, Leda Murua, Pagos de Araiz, Valverán y Viñas Viejas.

Entre sus industrias, despunta por su antigüedad la de los materiales para la construcción. Dispone de 32 plantas fabriles de cemento, cal, hormigón, mortero y para el tratamiento de escorias.

Por último, el titán norteño abarca un laboratorio molecular y el reputado Hospital Centro Médico en Oviedo.

La acaudalada estirpe es oriunda de Cataluña. El pionero, Pedro Masaveu Rovira, se trasladó en 1840 desde el municipio barcelonés de Castellar del Vallès a Oviedo, para trabajar como aprendiz en un comercio textil. Cuando falleció en 1895, ya había forjado una inmensa fortuna en Asturias.

Pese a que van transcurridos casi dos siglos desde que se asentó en el Cantábrico, sus descendientes conservan algunas costumbres ancestrales originarias de la mediterránea Cataluña. Me refiero a la querencia por la figura del hereu vernáculo. A lo largo de seis generaciones, los hijos varones han acaparado el orden sucesorio para encabezar el consorcio familiar.

Ese cometido recae hoy en Fernando Masaveu Herrero, de 59 años. Preside la corporación y además, la poderosa Fundación María Cristina Masaveu Peterson, titular del 41% de Grupo Masaveu.

Dicha institución reúne una colección de arte deslumbrante. Incluye obras de El Greco, Juan de Arellano, Santiago Rusiñol, Joaquín Sorolla, Picasso, Braque, Salvador Dalí, El Bosco, Velázquez, Tàpies, Eduardo Chillida, Antonio López, Zurbarán y Warhol.

El cuerpo accionarial del coloso está integrado por la fundación, amén de Fernando, José, Luis, Carolina y María Masaveu Herrero, y Alicia Castro Masaveu.

El linaje administra sus caudales por medio de instrumentales domiciliadas en Madrid. La única excepción es Luis, cuya mercantil está censada en Lisboa por cuestiones fiscales.

La discreción de la dinastía es inversamente proporcional al volumen de las pertenencias que maneja. Nadie duda de que, cuando Fernando Masaveu pase a mejor vida, le sucederá al frente del puente de mando su hijo. De esta forma, el apellido seguirá campeando con todos los honores en el frontispicio corporativo.