¡Ya ha empezado, amigos! El pasado viernes se estrenó The weekly mag (mag de magazine, o sea, La revista semanal) en la tele de El Punt Avui y en todas las emisoras locales de Barcelona que dependen de la diputación, esa institución que todos los políticos consideran inútil cuando están en la oposición, pero a la que le ven todas las gracias en cuanto se encaraman al poder. El programa lo presenta la prestigiosa periodista rumana Marcela Topor, responsable del imprescindible semanario Catalonia Today y claro ejemplo de que en esta Cataluña cosmopolita te puedes ganar la vida en inglés. Sobre todo, si previamente has contraído matrimonio con alguien que ha llegado a presidente de la Generalitat, quien te ha mostrado con su ejemplo que se puede llevar a cabo toda una carrera periodística financiada por el erario público. Por dar conversación en un correcto inglés a una serie de invitados entre las seis y media y las ocho de la tarde de los viernes, Marcela Topor se embolsa 6.000 euros, cantidad que apoquina la diputación con el dinero del contribuyente. Y eso sucede sin que nadie proteste, se escandalice o denuncie uno de los casos más flagrantes de nepotismo (o conyugismo) vistos últimamente.

Como Puigdemont anda de excursión por Europa, alguien del PDeCAT debió pensar que estaría bien indemnizar a la señora Topor por el absentismo laboral y conyugal de su marido. Echar mano a la caja de resistencia de la ANC debió parecer excesivo --esos monises son para pagar las fianzas de los políticos entrullados--, así que hubo que inventarle un curro a la buena señora y remunerárselo de manera generosa, pasando mucho de que semejante cacicada suscitara la indignación popular. Pero ni el Colegio de Periodistas ha puesto el grito en el cielo ante este claro ejemplo de malversación de fondos públicos. Y el CAC está muy ocupado estudiando las últimas burradas de Jiménez Losantos sobre Alemania como para preocuparse por asuntillos de régimen interno: lo que más le gusta a la pandilla del señor Loppacher es meter la nariz en asuntos que no son de su competencia, mientras miran hacia otro lado cuando algo que sí les atañe clama al cielo.

Como Puigdemont anda de excursión por Europa, alguien del PDeCAT debió pensar que estaría bien indemnizar a la señora Topor por el absentismo laboral y conyugal de su marido

Carles Puigdemont desarrolló toda su discutible carrera periodística en medios financiados de un modo u otro por su partido. Su esposa y alumna aventajada, tres cuartos de lo mismo: primero, el Catalonia Today y ahora, The weekly mag (del que se habría encargado encantado Matthew Tree por la cuarta parte de lo que cuesta la señora Topor). Gracias a El Punt Avui Televisió, el programa de marras se extenderá más allá del área barcelonesa, y es que es de bien nacidos ser agradecidos: ¿quién le otorgó a dedo y por debajo de la mesa la frecuencia que ocupaba Canal Català? Lo acertaron: el mismísimo Puchi.

Con todo este personal, el Yes, we can de Barack Obama adquiere tonalidades siniestras.