El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su discurso inaugural en el Mondiacult 2025 en Barcelona
La ‘pedrosanchitis’
"Entre los militantes desencantados, los estabilizadores y los liberales optimistas, el PSOE debe recuperar la confianza de los primeros, consolidar a los segundos y seducir a los terceros"
La Pedrosanchitis es una inflamación femoral de la oposición. La derecha lanza antibióticos en dosis de caballo sobre la superficie inflamada, pero la hinchazón no baja. La infección granular se agiganta con el regreso del cuadro macroeconómico de España, que estima un crecimiento del 2,7% del PIB, según datos del Banco de España.
Sánchez vuelve a ser el maquinista de la General, aquel Johnnie Gray (Buster Keaton) de la Western & Atlantic Railroad, que tiene dos pasiones en su vida, su locomotora La General y su novia Annabelle Lee (Marion Mack). Ya no es cuestión solo de que Sánchez sea el más alto y políglota, es que tira de la UE y ama a Begoña, amenazada por Torquemada con un jurado popular, quintaesencia patafísica de las togas.
Los que inflama en Madrid cura en Barcelona, donde el president de la Generalitat, Salvador Illa, examina la fortaleza de sus alianzas con los socios de investidura, ERC y Comuns; y encara la aprobación de los primeros presupuestos de su etapa en el Govern. ¿Retos de país? Todo menos la vivienda.
Por su parte, el Madrid nacional, no el Distrito Federal, recurre a la sesión de Ayuso, una criatura verbal que posee psicología, no tiene conflicto interno, no obedece a motivaciones complejas y que, cuando dice me gusta la fruta, está declamando ¡Mierdra! como ángulo motriz de su universo, poblado de invenciones. Ayuso hace el papel de Ubú Rey: refuerza su autoridad destruyendo la gramática.
La sede nacional del PP es el club de los políticos mudos como volcanes dormidos, cuyas resonancias sulfúreas harían temblar a la mayoría de sus votantes. Si en España existe un tranquilo Timanfaya este se llama Núñez Feijóo. No tiene otra causa que las mordidas de Ábalos en el Expreso de A Coruña o en el rellano del tercero primera ¿Dónde está la pistola humeante de la financiación ilegal del PSOE? Veremos más adelante y, mientras tanto, haría bien la UCO de no anunciar antes de resumir.
Sánchez recupera otra vez con el relato del cambio. Entre los militantes desencantados, los estabilizadores y los liberales optimistas (el esquema sociológico de Eduardo Bayón), el PSOE debe recuperar la confianza de los primeros, consolidar a los segundos y seducir a los terceros. A estos últimos, convencidos de que la diversidad es el motor de la oportunidad, ya los tiene; pertenecen la España machadiana -añorada por el hispanista irlandés, Ian Gibson, cuando nos recuerda que “la derecha española es la peor de Europa”-, y emergida de la superposición de capas que van desde los núcleos de la IA o la terapia genética hasta los rituales de seducción masiva en las concentraciones en contra del exterminio en Gaza.
Si la ciencia y la cultura se hermanan, la pedrosanchitis será incurable. El voto juvenil no se resigna a la carcunda. Tiene a la calle además del aula, la cátedra, el laboratorio o la tertulia. El humor se reencuentra con el activismo y con la inmadurez simulada de los maduros, en busca de un desiderátum audaz, al estilo del recordado novelista y dramaturgo polaco Witold Gombrowicz: inteligencia y risa.