El debate político hace tiempo que ha perdido la reflexión, la argumentación y el análisis, también el crítico, de la realidad. Lo cierto es que cualquier debate en esta sociedad se convierte en una cochiquera en la que algunos retozan a sus anchas. Lo vimos con Alvise Pérez que en la cochiquera sacó 800.000 votos. No se equivoquen, no es solo una cosa de la extrema derecha, es algo que impregna la realidad.
Esta semana Cataluña ha sido un exponente. Ante la aceptación de la dirección de ERC de un preacuerdo y la convocatoria de una consulta a las bases, la pocilga se llenó. Insultos, improperios, amenazas, agresiones, y todo tipo de mierda que se les ocurra. Se puede estar a favor o en contra el acuerdo. Se puede criticar la posición de ambos partidos y defender vías alternativas. Pero en las redes esto no sucede. La crítica desaparece en favor del menosprecio, la afrenta, la insidia o la mentira.
Aquí se vista de superguay. PressingERC, se dice cuando es trumpismo escatológico. Raquel Sans, la portavoz parlamentaria de los republicanos, salió en rueda de prensa a comunicar que ERC aceptaba el preacuerdo. No estuvo fina. Dubitativa e insegura, son calificativos más adecuados. La respuesta en las redes se llenó de calumnias de aquellos que consideran que catalanes solo son ellos, los que defienden la posición de Carles Puigdemont. Libres son de hacerlo siempre que sepan que los que discrepan no son botiflers o traidores que entregan Cataluña a los del 155. Un matiz, si Illa es president lo es por derecho propio, porque ganó las elecciones con el voto de una mayoría de catalanes, sí de catalanes, y ha sido capaz de tejer los acuerdos necesarios.
Los habitantes de la cochiquera han llegado en estos días a convertir a Illa en una especie de infiltrado de Vox. Ultraconservador y ultracatólico es el partido de los sueños húmedos de los que llegan a llamar al líder socialista Isla, como los críos cabreados porque les han quitado la pelota. Este es el nivel donde los partidarios del no al acuerdo en ERC eran venerados y los del sí crucificados en la hoguera de las vanidades.
Y si hay que amedrentar se amedrenta. Concentraciones de los CDR en las sedes de ERC para insultarlos a la cara que con las redes no es suficiente. Eso ya lo sufrieron los socialistas con la LOAPA y durante todo el procés. Algunos están tan obcecados en su etérea utopía que escribir con orgullo Illa no, independencia. Dan ganas de reír a mandíbula batiente ante tanta ignorancia atrevida. De verdad hay alguien con dos dedos de frente que crea en esa dicotomía.
Una semana nadando en la pocilga es mucho tiempo. En el momento de escribir este artículo no se conoce el resultado de la consulta. Pero es irrelevante. Los 8700 militantes de ERC tienen todo el derecho a expresar su opinión. Y a hacerlo libremente, sin insultos, sin presiones, sin amenazas, piensen lo que piensen. Señores y señoras del estercolero, esto se llama democracia.
Por el otro lado, la cochiquera también está activa. Que PSC y ERC hayan pactado es el anuncio del famoso y cansino lema España se rompe. Se ha roto tantas veces que solo quedarían jirones. García Page se ha inmolado el primero. ¿Qué diría el presidente manchego si aportará el tercero y recibiera el décimo? El PP sacó a su armada mediática antes de conocer el acuerdo y toda su cohorte de repartidores de DNI de buen español salieron en tromba en las redes sociales. Aquí el nivel de insultos estuvo a la altura de los repartidores del DNI catalán. De la política, de la discusión, del argumentario sólido que huye de las patrañas, de la reflexión, nada de nada. La cochiquera haya salido lo que haya salido en la consulta de ERC ha vuelto a ganar y está a rebosar.
Esta semana que empieza promete. Pleno del Parlament y retorno de Puigdemont. Dice que quiere llegar al Parlament. No tengan dudas, el debate político volverá a perder frente a la cochiquera. Y algunos deberían hacer examen de conciencia porque su forma de hacer político anima a los que retozan encantados insultando al que discrepa. Nadie tiene toda la razón y la verdad no existe. Un consejo, aprender a dudar es aprender a pensar Los de la cochiquera no saben lo que es esto. Una lástima.