El escenario resultante de las elecciones obliga a acuerdos para formar gobierno. Descartadas algunas opciones, parece que la más probable es el pacto de izquierdas, un nuevo tripartit con o sin Esquerra en el gobierno. Sin embargo, también se defiende un pacto PSC-Junts, considerando que el país necesita transversalidad centrista. Yo lo veo de la siguiente manera.

Acerca del pacto de gobierno, sólo entiendo uno de izquierdas. La división entre derecha e izquierda es la que mejor ha resultado a lo largo de la historia para fortalecer la democracia. Y, en la actualidad, en que el desafecto hacia la política resulta extraordinario, el ciudadano debe percibir, más que nunca, que votar tiene sentido; que no es lo mismo una opción de derechas que una de izquierdas pues, de lo contrario, la sensación de que todo es idéntico lleva a los extremismos. Un tripartito de esta naturaleza no debería levantar excesivas suspicacias; lo importante es la coherencia y sentido de la acción política y Salvador Illa es garantía de sensatez y previsibilidad.

Por su parte, en Junts aún dominan en demasía los tics adolescentes, muy lejos de la madurez para asumir funciones de gobierno. El híper liderazgo de Puigdemont, junto con la amalgama confusa de procedencias y sensibilidades políticas, recomienda que, tras un gran homenaje de despedida al expresident, se pasen un buen par de años pensando que quieren ser de mayores. Hoy, fruto de esa confusión alimentada por propio Puigdemont, Junts es una formación absolutamente imprevisible; y esa incertidumbre acerca de cómo actuarán es lo que menos necesitamos en estos momentos

Así las cosas, que pasen pronto las elecciones europeas y podamos contar lo antes posible con un gobierno sustentado en una mayoría parlamentaria. Una inmensa mayoría ciudadana está a favor de pasar página y recuperar el buen gobierno de las cosas. Quiero creer que Esquerra lo entenderá y facilitará, pensando en el país y también en sus propios intereses. No olvidemos que, si nos ponemos en ello, Cataluña puede recuperar rápidamente buena parte de lo perdido en esta inacabable década de procés. Veremos.