De aquí a 2030, todos los empresarios del baby boom que crearon una compañía o heredaron negocios familiares, hace más de 40 años, ¡van a estar en edad de jubilación y la mayoría de estas empresas no tienen relevo generacional!
Hay más de 1,1 millones de pymes sin relevo generacional. ¿Qué van a hacer con esas empresas en las que han invertido todos sus esfuerzos si no tienen familiares que se hagan cargo de ellas?
Estamos viendo cómo en Japón, que es un país con una larga tradición de empresa familiar, con un tejido empresarial muy parecido al español, las transacciones corporativas se han incrementado a doble dígito en los últimos 10 años por falta de relevo generacional.
Y seguramente es hacia donde se dirigen las pymes españolas para crecer en tamaño por un lado y ser más resilientes, y por esa falta de sucesión buscan vender, fusionarse o adquirir otra empresa.
Hay más apertura corporativa entre las empresas familiares, tradicionalmente conservadoras y recelosas de la entrada en el capital de un socio financiero por temor a la pérdida de control, por lo que cada vez hay más operaciones en las que el socio fundador se mantiene dentro del accionariado (con participación minoritaria) para “disfrutar” de ese viaje de crecimiento al que le va a llevar el private equity.
También ha cambiado la mentalidad de los empresarios en cuanto a la venta de su empresa. Todo empresario tiene amigos empresarios que han vendido la empresa, por lo que empieza a formar parte de la normalidad y ha transitado de ser una cosa vergonzosa a ser un símbolo de éxito. Y el Covid también ha provocado un cambio de actitud vital: la gente quiere vivir la vida.
Por otro lado, el tamaño sí importa, nuestras empresas no es que no sean competitivas, es que son pequeñas comparadas con las alemanas, francesas o inglesas… Los empresarios tienen muy claro que para sobrevivir necesitan dimensión, hemos visto que las empresas medianas han resistido mejor a la crisis del Covid y a la crisis inflacionaria.
Hay un porcentaje muy elevado de empresas españolas de menos de 50 empleados que son líderes en sus nichos de mercado. Pero se han dado cuenta de que, al final, estamos en un mercado global, compitiendo no solo con nuestros vecinos, sino con todo el mundo, y que necesitan ganar tamaño para seguir siendo líderes, y crecer orgánicamente es casi imposible. Esto también está llevando a fusiones entre empresas del mismo sector y estamos viendo fusiones y adquisiciones en sectores en los que no se habían visto hasta ahora este tipo de operaciones.
Han comprendido que estamos en un cambio de época y que esta incertidumbre ha venido para quedarse. Estamos en un escenario de inestabilidad prolongado; por lo tanto, no es cuestión de esperar a que pase: si quiero vender, cuanto antes, mejor.
Por todo ello, en los próximos años la tendencia será la concentración con el objetivo de ganar tamaño, obtener sinergias y un mayor poder de negociación.
¡Por estas razones, el mercado se mueve, es más resiliente de lo que los principales indicadores de actividad sugieren, está muy activo!