Hoy es la gran noche de Reyes que todos los que hemos sido niños y niñas hemos pasado en semivela esperando oír a los Reyes Magos y sus camellos poniendo un vaso de agua a sus animales. Todo el año esperando esa noche interminable con miedo a que los Reyes nos traigan carbón.
Ahora, con la misma ilusión, esperamos esta noche la cabalgata y a la mañana el desenlace de una cita anual de ilusión. Este año de pandemia, como el pasado, es diferente. Los niños y niñas no lo saben. Son igual de felices que lo éramos nosotros, pero todo ha cambiado para mal.
En el mundo, todo ha cambiado desde hace casi dos años. Y en España desde hace casi diez, cuando Artur Mas cambió a Convergència y la convirtió en una cosa distinta.
La pesadilla que hoy estamos viviendo tiene una tripe naturaleza: la epidemia mundial, la carestía de la vida y el desempleo nacional, que es una tormenta perfecta.
Lo mejor es enemigo de lo bueno, dice un conocido y viejo refrán. En esta tesitura estamos.
Todos esperamos que el nuevo año sea mejor. Eso espero de la noche de Reyes, llena de ilusión.