Mucho se ha escrito de la consolidación de Madrid como primera comunidad autónoma por PIB, superando a Cataluña como histórico motor de la economía española. A pesar de contar con un millón menos de habitantes, su PIB ya supera el nuestro en unos 3.000 millones. A su vez, esto provoca que el PIB per cápita sea 4.500 euros superior en la capital que en Cataluña. Una mala noticia que, sin embargo, no es del todo mal recibida por quienes piensan que cuanto peor mejor para tener más argumentos para quejarse.
Nada importa que la presión fiscal sea mucho más elevada aquí que allá, en gran medida por un derroche nada justificado. Ni tampoco el clima total de incertidumbre en que llevamos sumidos demasiado tiempo, ni las trabas que crecen cada día para el desarrollo empresarial. Siempre podemos decir que si fuésemos un Estado independiente esto no pasaría. Eso sí, con la esperanza de que no se pueda comprobar, no sea que pase como con el Covid.
Pero el lunes pasado Cataluña, por fin, adelantó a Madrid en algo: en el acumulado de contagios por Covid. Lo teníamos difícil, ya que la primera fase de la epidemia castigó muy duramente el centro de España, no solo Madrid. Pero una vez recuperadas las competencias que nos había usurpado este 155 sanitario lo hemos logrado: ya somos la comunidad autónoma con más casos. Es verdad que Aragón parece imparable en estas semanas, pero en nuestro Matrix histórico podemos decir que Zaragoza fue un simple condado dependiente de la corona catalana. Total, el orden de los factores no altera el resultado. Sobre todo una vez que sabemos, gracias a pseudohistoriadores subvencionados, que Colón, Cervantes y Santa Teresa de Jesús tuvieron la fortuna de ser catalanes. ¡La historia está para reescribirla!
Hay unas elevadísimas dosis de negligencia en la gestión (?) de la pandemia, sin duda, pero no está claro si no hay intencionalidad en un Govern que pase lo que pase va a la suya y a sus objetivos. ¿Se pretende aislar Cataluña del resto de España para ensayar el tan cacareado control del territorio? ¿O se busca ahondar el empobrecimiento de la población para facilitar su adoctrinamiento? La intencionalidad del Govern, y más aún de su president vicario, es un arcano de difícil solución. Con la burguesía pata negra instalada en el Ampurdán desde el primer amago de cierre de Barcelona, tal vez se busque confinar a los votantes menos pudientes y sociológicamente más cercanos a Esquerra, Comuns y PSC.
O quizás se pretenda comenzar la serie de Aló Presidente como hizo Sánchez durante el estado de alarma... claro que para salir en su TV3 no le hacen falta tantos esfuerzos al Govern. Sea por lo que sea, se insiste en destrozar la imagen de la economía catalana. Hay pocos casos en la historia en los que un gobierno nacionalista busque tan persistentemente el mal para los ciudadanos de la nación que dice querer sobre todas las cosas.
Nadie se cree los números y menos la gravedad de la situación actual. No es muy coherente que con un número escasísimo de rastreadores más de la mitad de los casos sean asintomáticos. Además, la edad media es de 37.5 años, lo que aleja la tensión hospitalaria. ¿De dónde salen los números? ¿Por qué el Ministerio de Sanidad no explica dónde están las diferencias que se repiten día tras día? Es un auténtico descrédito que las consejerías digan una cosa y el Ministerio otra muy diferente. Entre eso y la nula acción exterior lo que menos nos puede pasar es que pongan a los turistas en cuarentena.
Si fuese verdad que ahora la mortandad es del 0,1% estaríamos ante una enfermedad con la que se puede convivir. Los hospitales no se van a bloquear, pero lo que sí se puede bloquear son los ciudadanos, hartos de tanta incapacidad que se va a tornar en dejadez en agosto. Si ya es inconcebible que no haya informes del Ministerio los fines de semana, lo que nos espera para agosto será dantesco: todo el mundo de vacaciones y cada autonomía diciendo lo que le plazca.
Es verdad que los independentistas seguirán votando independentismo llueva, nieve o granice, por lo que tal vez con estos movimientos se busque la abstención por el asqueo de la población. O se quiera tener nuevos desencuentros con la justicia que día sí, día también, se ve obligada a corregir las cada vez más torpes instrucciones emanadas del Govern. O simplemente se pinta un escenario muy negro para luego decir que nos han salvado. Pero que el president desautorice no solo a la consellera de Salut (total es del bando enemigo), sino también a sus propios gurús mediáticos, es algo que merece un análisis, no sé si realizado por un politólogo o por un psicoanalista.
Aunque se superan cada día, en agosto se irán de vacaciones y nos darán algo de respiro. Si algo podemos tener seguro es que en la Diada todos los indicadores serán muy positivos para permitir una performance que dé inicio a otro otoño de pesadilla.