“De nosotros los ciudadanos depende que la democracia conduzca a la libertad, a la prosperidad y a la civilización, o bien al despotismo, a la miseria y a la barbarie” advirtió Alexis de Tocqueville ya en el siglo XIX. Leer esta frase de un liberal francés es todo un impulso al optimismo de cara al futuro. Un impulso para recuperar la libertad que estamos perdiendo. Día a día, hora a hora. Según pasan los días recluidos tras el balcón por mandato de este estado de sitio, entran ganas de gritar y largarse a la calle a manifestarse por la libertad que cada vez se reduce más. Hay radios y televisiones insoportables por su renuncia a la libertad de información. Quién nos iba a decir que este bicho del Coronavirus nos iba a reducir la libertad, incluida la de información.
“Estamos durmiendo sobre un volcán… Un viento de revolución nos golpea, la tormenta está en el horizonte” añadió Tocqueville adelantándose a este siglo. Las negligencias de este Gobierno de Pedro y Pablo han sido muchas, pero lo más denigrante es su obsesión por controlar la información. El Coronavirus es un problema de salud, que se sepa, no militar. ¿Qué hacen los militares dando ruedas de prensa? ¿Qué es eso de las falsas ‘cuentas falsas’ de la policía? ¿Y el “lapsus” del general de la Guardia Civil? Todos estamos hartos de las ‘fake news’, pero sobre todo de las propias de este Gobierno incompetente.
Hasta Isabel Celaá ha sufrido su ‘lapsus’ y manifestó que “no podemos aceptar que haya mensajes negativos, mensajes falsos, en definitiva”. Ningún ministro de este Gobierno ha presidido una comunidad de vecinos y se han puesto, ineptos totales, a dirigir en España una de las mayores crisis del mundo. Así nos va. Sólo un dato. Nuestros vecino, Portugal, lleva menos muertos en toda la pandemia que nosotros en un solo día. Y está ahí al lado, en el oeste de la península, por si a alguno del Gobierno se le ha olvidado la geografía, o nunca la aprendió, que de todo hay.
No saben por dónde andan. La última, los niños a los supermercados, a contagiar o ser contagiados, y los perros por los parques. Olé Gobierno. Las anteriores medidas es echar humo para que no se vea alrededor. Humo y niebla, como los duros días de invierno en las cuencas de los ríos. Mucho humo sobre los ciudadanos. Como dice Julián Marías es “la necesidad de angustiar a la ciudadanía con lo venidero” por parte de algunos medios de comunicación y de los políticos de turno. “Es la manera de dar noticias” lo que hace que el humo sea más espeso.
Porque ya está bien de aplausos por las ventanas. El sector sanitario lo agradece. Pero agradecería más si el Gobierno, o los gobiernos autonómicos, les proporcionara más recursos y más personal. Los hospitales están saturados. Esta crisis ha demostrado que no tenemos la mejor sanidad del mundo (Alemania nos gana) aunque tengamos los mejores y más sacrificados sanitarios.
Faltan muchos medios y mucho apoyo a esos sanitarios. Escasez de material y colapsos en las urgencias. Se necesitan más médicos y más enfermeros y más de todo. El 80% de los pacientes no críticos del Covid-19 son atendidos por internistas. Sin protección. De ahí los 35 o más médicos muertos que llevamos y los 32.000 sanitarios infectados. Piden EPls y test. Parece que los responsables no saben comprar. Ya hemos visto el desastre. Mueren médicos, mueren sus familiares, contagiados probablemente por ellos mismos. El colapso de la sanidad pública no es de hoy, ni de ayer. Lleva bastante tiempo, pero como no protestan… Falta personal, faltan médicos, sobran contratos por días o semanas, que los MIR se queden, tras la guardia, a pasar consulta y sumen 32 horas de trabajo continuado. La Sanidad necesita una reestructuración a fondo o nos quedamos sin ella.
La niebla que cada día se extiende por encima de las cabezas de los ciudadanos se espesa por momentos. Los profesionales del sector no entienden que Torra anuncie que va a hacer un pasaporte inmunológico o que el Gobierno va a quitar el confinamiento de forma asimétrica… ¿basándose en qué? No hay estudios epidemiológicos de grado de contagio en España. Si no se sabe si crea inmunidad ¿por qué estas medidas sin fundamento? Se toman decisiones que van en contra de la vida. ¿En qué basan sus decisiones? ¿Quiénes son los expertos que asesoran al Gobierno? Asustan. La OMS tendrá fallos, pero es el organismo que recopila más información. Está gritando que de inmunidad nada. Que cuidado con quitar el confinamiento. Otra vez se va a ignorar. Lo comprobamos. Ya ha dicho el Institute of Certified Management Accountants de Australia que la gestión de la crisis por parte del Gobierno español ha sido la peor del mundo. Suficiente.
El país se cae a trozos. Miles de muertos, enfermos e infectados. Millones de personas en paro, negocios cerrados, gente angustiada en sus casas, no tenemos tests, ni mascarillas, ni guantes, pero el Gobierno se preocupa en controlar la información y aumentar la densidad del humo para que no se vea nada. Ni la libertad. Nos controla la libertad y nos infecta de humo. Siguiendo con Tocqueville “las únicas pasiones que tengo son el amor a la libertad y la dignidad humana”. No veo ninguna.