Tal vez no lo pensaste bien. Tal vez tus consejeros no están a la altura. Pero tu ofrecimiento y tu discurso en el hotel Palace del pasado lunes ha sido un gran error. Recordando el titular de Ricardo de la Cierva para mostrar su desacuerdo con la elección de Adolfo Suárez como presidente del Gobierno de España por parte del Rey. Vender que vas a hacer un Partido Popular de futuro con un discurso de hace un siglo y con un presentador del pasado como Adolfo Suárez hijo puede que haya sido el mayor error de tu vida política. El señor Suárez está en fuera de juego político sin necesidad de usar el ya famoso VAR. Totalmente. Qué error.
A dos días de las primarias del Partido Popular las posiciones y los partidarios de cada aspirante se van enfrentando. Ha terminado la paz. Ha empezado la guerra. Mucho más tras la mini reunión del pasado martes entre Casado y Soraya SS. Preguntas en cualquier bando y nadie asegura ser el ganador. ¿Quién va a ganar? La pregunta es a un veterano diputado del PP. “Fíjate hacia donde mira Arenas”, me responde. Curioso. Inteligente la respuesta. Pues Arenas mira hacia Soraya Sáenz de Santamaría, Soraya de Castilla para los castellanos. Hacia ahí van los tiros. Hacia ahí se van inclinando los compromisarios. O eso dicen. Pero no olvidemos que el voto es secreto y en urna cerrada. Muchos compromisarios predican que votarán a un candidato y luego, al introducir la papeleta en la urna, resulta que es del candidato contrario. De todo hay.
A dos días de la elección han salido a brillar los aceros de las navajas de Albacete. Casado no ha aceptado la oferta de Soraya. Y, claro, ahora Soraya pide que cada uno explique sus apoyos y las razones de los mismos. Que explique Casado por qué le apoyan FAES, Aznar, Aguirre, e incluso, Cifuentes. Algunos podían haberse callado, porque no le hacen ningún favor. Se ha juntado lo viejo, lo caduco, el pasado, para fabricar un partido nuevo y limpio. ¿Cómo? Ahí está la gran contradicción. Aznar y Aguirre tienen muchas mochilas en sus espaldas que deberían abrir y explicar su contenido. De momento se están librando de acusación alguna. De momento. Porque en ambos bancos hay temor, mucho temor, a las noticias de última hora. Hay temor a la amenazas según las cuales puede hacer explosión una bomba informativa el último día, o sea, mañana. Atentos. Y mucho cuidado. Porque Santamaría puede responder con un bombardeo. Sus cajones están a rebosar de informes muy calentitos. El vídeo le ha sentado muy mal.
Primero el vídeo. Luego, 'pues ahora no hay debate'. Soraya no quería dividir más de lo que está al partido. Tampoco quería zurrarle la espalda al chico de los recados de Aznar. Puñaladas. Ambos quieren ganar. Casado recorrió el pasado martes todos los escaños de su partido en el Congreso. De uno en uno. Se supone que fue pidiendo la papeleta para sí. Se lo trabajó. Soraya, impasible, contempló desde su escaño la estrategia de su contrincante. Nadie pierde detalle. Nadie pierde el tiempo. La lucha va a muerte. Y uno u otra morirán en la batalla. El perdedor, para casa. Y con él o ella irá la mitad del partido. La cicatriz es grande y profunda y el PP se partirá. Nada será ya igual.
Nadie coserá ese desgarro. Ni Cospedal, que ha tomado partido por Casado, será costurera. ¿Y Mariano? Trabaja bajo cuerda, o bajo las sayas de Soraya. Sin dar la cara. ¿Por qué se fue Mariano? ¿Por qué abandonó Gobierno y partido y a su gente? ¿Cuál fue y es la razón? Deberías explicarlo Mariano. Pero no lo harás. Esperaremos algunos años para saberlo. Mientras tanto los compromisarios meditan a quien votar. Soportan las llamadas de ambos bandos. No se mojan y guardan la ropa, de momento. Y observan cómo brota la sangre tras las puñaladas. Cómo estas primarias parece que las diseñó el que quiere que desaparezca el partido. Diseñadas por quienes quieren su fin. Los compromisarios son 3.082. Cada candidato dice contar con 2.000. Al sumar parece que habrá más compromisarios que militantes. Cosas de las matemáticas que no son perfectas.
Luis de Grandes sumará de tal manera que las sumas cuadren, aunque en política no siempre uno más uno suman dos, como ha dicho el actual jefe en funciones del partido, Fernández Maíllo. En poco tiempo Maíllo se ha doctorado en Madrid. Dos días y salimos de dudas. Porque los del PP son listos y votarán al ganador. A quien los mantenga en el cargo.