En Cataluña las ideas son libres pero los hechos son únicos. El Gobierno de España que defiende la Constitución y el Tratado de la Unión Europa (que en su artículo 4 defiende la unidad territorial de los países miembros y la Generalitat). Y los partidos/asociaciones partidarios del independentismo que han dejado de reconocer la Constitución (votada con el apoyo del 91% de los catalanes en 1991), el Estatut de Autonomía y el Tratado de la Unión.
Como hemos demostrado en otros artículos, desde hace años (y especialmente en el último mes) las promesas de los independentistas diciendo que con la independencia los catalanes vivirían mejor, tendrían más empleo, con mejores salarios, mejores pensiones y mejores servicios públicos, se está demostrando que eran falsas. Los independentistas dijeron que los bancos no se irían y vendrían más empresas. La realidad es que todos los bancos catalanes se han ido por temor a la quiebra y con ellos más de 1.500 empresas, la mayoría pymes.
El independentismo provocaría una depresión en Cataluña peor que la quiebra de Lehman
Un gobernante honesto que quiera el bien para sus ciudadanos reconocería el error y pararía esta paranoia. Saben que no tienen ningún apoyo internacional, que quedarían fuera de la UE y del euro, y que habría corralito (como pide la CUP) porque no tienen acceso al crédito internacional. Por lo tanto, la independencia provocaría una depresión en Cataluña peor aún que la quiebra de Lehman en 2008.
Por eso no han declarado la independencia formalmente y han incumplido su propia ley de transitoriedad; y por eso también la CUP ha retirado el apoyo parlamentario al Govern situando a Cataluña en una grave crisis institucional. Los independentistas se preparan para unas nuevas elecciones y la posverdad va en aumento. Os recomiendo ver en Netflix el documental Roger Stone, el que animó a Donald Trump a entrar en política y uno de sus estrategas de campaña.
La posverdad no solo viene del independentismo: Rajoy no se queda atrás
Lamentablemente, Rajoy y el PP también son muy dados a la posverdad y están gestionando desastrosamente la estrategia y la comunicación. El gran error fue el 1 de octubre cuando el delegado del Gobierno en Cataluña reconoció y pidió perdón, desautorizando al ministro del Interior (que conociendo a Rajoy tiene sus días contados en el Gobierno). El segundo error es filtrar toda serie de datos poco fiables, no contrastables y ponerse a hablar ya de recesión.
En una crisis tan grave que puede provocar tanto dolor a las personas es clave mantener el rigor en la observación y en el tratamiento de los datos. La tecnología permite procesar datos con mayor rapidez, pero es necesario que el dato tenga una metodología que se mantenga en el tiempo para hacerla comprable. La mayoría de catalanes responden en las encuestas que el caos provocado por el independentismo y la fuga de empresas les acabará afectando a su empleo y empeorará sus condiciones de vida. Demuestran ser más sensatos que sus gobernantes.
Esta semana hemos conocido los datos de coyuntura hotelera que publica el INE. Es una de las mejores estadísticas turísticas del mundo, reconocido por la Organización Mundial del Turismo. Son datos de septiembre antes de que Puigdemont y Junqueras decidieran ir adelante con la desconexión y provocaran el caos, la fuga de bancos y empresas.
En el gráfico anterior se observa que los datos de septiembre no fueron buenos. El número de pernoctaciones en hoteles en la ciudad de Barcelona en el mes de septiembre y, por primera vez desde 2013, han caído con respecto al mes de septiembre del año anterior. No conocemos a todos los turistas, pero seguramente la causa del descenso fueron los terribles atentados islamistas de finales de agosto. Aún así, la caída es del 2%, muy inferior a otros casos como el de París, donde hubo varios atentados consecutivos.
Barcelona es una ciudad que recibe muchos congresos internacionales y están ya pagados. En la zona del Fòrum hay 4.000 plazas hoteleras y seguramente ese tipo de turismo no se verá muy afectado. En cambio, el turismo de particulares sí. Primero las imágenes de la gente en la calle acosando a la Guardia Civil durante 18 horas en la Consejería de Hacienda con los coches destrozados por los manifestantes. Luego las cargas del 1 de octubre y después manifestaciones del siguiente martes, con la policía y Guardia Civil saliendo de pueblos acosados y perseguidos por los manifestantes. Una imagen letal para el turismo en Barcelona. Pero la caída de pernoctaciones que puedan provenir de esos hechos no la sabremos hasta dentro de un mes.
Como siempre digo, el pasado ya no tiene solución y la clave es evitar hacer más daño en el futuro. En septiembre el empleo en los hoteles de Barcelona no se había resentido por los atentados. El próximo viernes 3 de noviembre tendremos el primer dato de afiliaciones a la Seguridad Social en octubre, que permitirá medir el daño provocado a los trabajadores catalanes por el anuncio de desconexión.
La preocupación de este economista observador es que la tensión en las calles continúe y el daño sobre el empleo y sobre los trabajadores y desempleados catalanes vaya a más
La preocupación de este economista observador es que la tensión en las calles continúe y el daño sobre el empleo y sobre los trabajadores y desempleados catalanes vaya a más. El Gobierno, con el apoyo de PP, PSOE y Ciudadanos (que obtuvieron 16,5 millones de votos en las últimas elecciones) ha activado el 155. Puigdemont lo podría haber frenado convocando elecciones y retornando a la normalidad institucional, lo cual excluye la declaración de independencia que pide la CUP. ERC está en contra. La CUP ya ha anunciado que hará lucha pacífica en la calle. ANC y Òmnium también anuncian movilizaciones...
Si ésta es la estrategia, lamentablemente muchos catalanes perderán su empleo y habrá más infelicidad. Esperemos que haya vida inteligente y esto no suceda. Los principales damnificados de la estrategia de cuanto peor mejor (de los independentistas) serán trabajadores y parados catalanes.