El pasado 29 de julio, cinco constructoras ferroviarias, las españolas Talgo y CAF, la francesa Alstom, la canadiense Bombardier y la alemana Siemens, presentaron a Renfe sus mejores ofertas para el llamado 'contrato del siglo'. Se trata del suministro de 15+15 trenes AVE, los primeros 15 trenes de ancho UIC y 15 adicionales que podrían ser de rodadura desplazable, lo que les permitiría circular por la vías de ancho ibérico. El contrato asciende a 2.642 millones de euros e incluye la compra de los 30 trenes más el mantenimiento de 40 años para toda la vida útil del material.
Estos trenes deberían cubrir las necesidades del corredor del noroeste a Galicia, así como las prolongaciones de la actual red y la llamada Y vasca. Estamos hablando de trenes que deben circular por encima de los 320 kilómetros/hora, con tres tensiones de alimentación eléctrica diferentes, para poder circular por la red de AV española, la AV francesa y los tramos de la red francesa convencional. Asimismo la señalización debe ser compatible para que diez de los trenes puedan ser homologados para circular por la RFF (Réseau Ferré de France), lo que sin duda supone una ventaja comparativa para la empresa Alstom.
Me permito unos comentarios breves sobre el tema. Con Talgo existen dudas sobre los resultados y los ratios (disponibilidad y fiabilidad) de su modelo AVRIL; la empresa contraargumenta que, de no confiarse en este desarrollo, la tecnología española de material móvil del AVE quedaría muy tocada. El OARIS de CAF no tiene las referencias solicitadas de funcionamiento en explotación. Son, pues, Siemens con su modelo Velaro, Bombardier con su V300 Zefiro y Alstom con sus AGV y Duplex, las mejores situadas.
Nos detenemos un momento en el análisis valorativo de la gestión de este hierático personaje que ha sido la ministra responsable de las infraestructuras, Ana Pastor, hasta su nombramiento como presidenta del Congreso.
Me atrevo a calificar como manifiestamente mejorable su gestión como ministra de Fomento. Escasos avances en el Corredor Mediterráneo; incumplimientos del Plan de Infraestructuras: PITVI 2012-2024 (pura ingeniería agit-prop); gestión desastrosa en el manejo del terrible accidente ferroviario de Angrois; poco o nada se ha hecho en la mejora del transporte mercancías, en los accesos a las ciudades y en la mejora de su movilidad sostenible; incapacidad manifiesta para liderar la liberalización del sector ferroviario de pasajeros. Quizás apuntar como gran logro tener a la ciudad de Granada 20 meses sin conexión ferroviaria alguna.
A destacar la más absoluta dependencia y servidumbre a las consignas emanadas por su jefe, Mariano Rajoy, más que una ministra del ramo, Pastor ha sido una fiel empleada. Apuntar en su debe la carencia de una estrategia clara y decidida para paliar los importantes déficits en infraestructuras sociales, medioambientales, hidráulicas (somos el país con mas 'estrés hídrico' de la UE). España ha pasado de invertir 55.000 millones de euros en 2009 a menos de 25.000 millones desde 2012. Nuestra media de inversión por habitante ha sido un 30% menos que la de países de nuestro entorno como Francia, Alemania, Reino Unido o Italia.
Capítulo aparte merece su participación en la solución de los problemas de las infraestructuras del transporte en Cataluña: los nulos logros alcanzados en sus encuentros con el conseller Vila (al margen de una cierta empatía personal), los diálogos de besugos con el conseller Rull (el busto parlante), quizás el más incapaz de todos los consejeros habidos (hasta el momento). Cierto es que, en muchos casos, la Generalitat ha tenido mucho mas interés en instrumentalizar los déficits (corredor MED, cercanías, regionales...) que en solucionarlos.