Pensamiento

Con vida propia

5 febrero, 2016 00:00

Quienes no somos políticos, ni aspiramos a serlo, pero no aceptamos que nos lo den todo hecho, o mal hecho, no podemos desentendernos de la vida política. Y dado que somos conscientes de que lo que se guisa en ella nos afecta, a veces decisivamente, estamos al loro y sabemos lo que vale un peine.

Si somos observadores atentos, no tardaremos en localizar trampas a granel en el mundo político y, especialmente, en sus ramales informativos

Si somos observadores atentos, no tardaremos en localizar trampas a granel en el mundo político y, especialmente, en sus ramales informativos; donde hay un bombardeo incesante de clichés y estereotipos negativos sobre quienes discrepen --con mayor o menor energía-- del discurso hegemónico. Ahora bien, lo habitual es que los disidentes no sean homogéneos y no comulguen igual en todos los aspectos, aunque coincidan en un rechazo abierto a determinados tratamientos públicos.

Sólo las mentes obtusas de los fanáticos o los atontados pueden ignorar esta realidad. Por ejemplo, también en la denuncia y repudio abierto del separatismo confluye gente con caracteres y sensibilidades muy distintas, entre ellos --todo sea dicho-- los hay que, a su vez, también efectúan serias trampas; pienso en cargos concretos del PP. Sea como sea, nunca hay que dejarse intimidar por la imagen pública que te forjen por interés. Y sin cortarnos un pelo sabremos aunar esfuerzos precisos por una causa común. No hay contradicción, sino carácter y ausencia de complejos.

Déjenme que refiera un informe de 1924 (Lenin murió al inicio de ese año) que está en los archivos del PCUS y que se hizo público tras la caída del Régimen soviético. En él los comunistas soviéticos instruían a sus camaradas españoles para que acusaran a los anarquistas de convertirse en "el soporte del fascismo". Una consigna a repetir para que los tontos la oyesen y repitiesen, suplantando la verdad, y así sucesivamente. Hay que recordar que en 1919, cinco años antes, la CNT había liderado la huelga de la Canadiense, que logró establecer la jornada laboral de ocho horas para todos los trabajadores de España. Es más, en 1922 Ángel Pestaña había sufrido un atentado de los pistoleros de la patronal que casi acabó con su vida, y al año siguiente el 'Noi del Sucre' fue asesinado por balas del mismo calibre.

¿Por qué estas artimañas de hace casi un siglo nos resultan tan familiares hoy, por qué?

"El soporte del fascismo": ¡cuánta mentira, cuánta falta de vergüenza! ¿Quiénes pueden creerse tamaños embustes y repetirlos?: Los fanáticos y los alienados del sentido de la verdad. Asimismo, en aquellas páginas instructivas Nin era calificado de agente de Trotski "tan criminal y asesino como él" y el POUM era condenado por ser "una organización fascista de provocadores, espías, bandidos y asesinos". Todo esto ha sido investigado a fondo por los profesores Antonio Elorza y Marta Bizcarrondo. Hay una pregunta inevitable: ¿Por qué estas artimañas de hace casi un siglo nos resultan tan familiares hoy, por qué?

Hay que estar, en todo caso, sobre aviso ante el uso sistemático de argumentos viciados para machacar al enemigo, ya sea interno o externo. Tampoco es aceptable confundir nuestra propia realidad, y dejar que nos empujen a convivir con una obsesión por lo que no somos.

Para acabar este breve recorrido mencionaré algo que nuestro premio Nobel Santiago Ramón y Cajal lamentaba en 1901, a propósito de su período escolar, y es que a base de oírse llamar torpe, uno se lo crea y no atisbe remedio: "Tal me ocurrió a mí y a muchos de mis camaradas. Insultados y azotados desde los primeros días, y persuadidos de que aquel trato carecía de término, hubimos de aceptar filosóficamente nuestro papel de pigres (esto es, holgazanes) y de víctimas, buscando el remedio en la adaptación al castigo. En nuestra ingenuidad creíamos que la mejor manera de vengarnos era hacer lo contrario de lo aconsejado por el dómine". Nos es fundamental hacernos una personalidad cuajada de sabiduría, de alegría y de honradez. Sólo así podremos saltar al patio del buen cielo... y tener una vida propia.