Pensamiento

Canal: Historia frente a mitos

13 octubre, 2015 21:30

El profesor Jordi Canal es historiador y vive a caballo entre Gerona y París. Acaba de publicar una excelente 'Historia mínima de Cataluña' (Turner). Con espléndido talento sintético recorre en menos de 300 páginas nuestro acontecer colectivo, desde los albores de la Historia hasta nuestros días.

Su propósito declarado es explicar la historia de Cataluña “con normalidad, sin prejuicios, de manera desapasionada y no lineal”. Esta idea exige separar con rigor el mito de la historia, esto es, superar una distorsión de la realidad propagada con singular empeño. Salir al paso de la confusión y el engaño con que se suplanta el saber histórico, divulgando ideología. En el avance del error, unos mienten o inventan y ‘los adoctrinados’ repiten sin más las canciones.

Urge la extensión de un conocimiento certero junto a un implacable sentido crítico, envuelto en afán de verdad por encima de todas las cosas. No hay otra arma válida

Por esto urge la extensión de un conocimiento certero junto a un implacable sentido crítico, envuelto en afán de verdad por encima de todas las cosas. No hay otra arma válida. Desde esta convicción hay que felicitar a Jordi Canal y manifestar el interés personal y provecho social que tiene el leer este nuevo libro suyo.

Un amigo mío compró un par de ejemplares para regalar a sus dos hijos, ya hechos y derechos, aunque no tenía muy claro si lo leerían. En particular, yo recomendaría la lectura de los dos últimos capítulos, son los 'más cercanos': 'Cataluña en la época contemporánea' y 'La Cataluña de ayer y de hoy'.

Esta obra fue presentada en Barcelona hace unas semanas. Ricardo García Cárcel glosó el esfuerzo de reivindicación que supone una historia crítica de Cataluña. Valentí Puig apuntó al sentimentalismo de lo que se presenta como inevitable en una sociedad dividida. Dogmas deterministas de la no-España. La razón exige límites al mito, y hay que atenderlos. Francesc de Carreras deploró que el culto al mito oculte hechos y ahorre dar argumentos. Sobrados de arrogancia y faltos de historia, estamos ‘enfermos de pasado’, tal y como en su día especificó el profesor García Cárcel.

En tres líneas, Jordi Canal profana el dogma hegemónico en nuestra tierra: “Antes del siglo XX no existía ninguna nación llamada Cataluña”. “Aunque resulta evidente considerar que el catalán es la lengua primaria de Cataluña, nunca, a lo largo de la historia, ha sido la única”.

En tres líneas, Jordi Canal profana el dogma hegemónico en nuestra tierra: “Antes del siglo XX no existía ninguna nación llamada Cataluña”

Haciendo balance de cifras, subraya que a finales del siglo XV, la población del principado tenía 225.000 habitantes, menos de la mitad que dos siglos antes. En el primer tercio del siglo XVII se alcanzaron los 475.000 habitantes. Ya en 1877, Cataluña tenía 1.750.000 habitantes y nueve de cada cien españoles eran catalanes; se había doblado la población en casi un siglo. En 1936 la población catalana era de casi 3 millones. Con los vaivenes de la guerra, el exilio, la feroz represión y la llegada de trabajadores del resto de España en 1950 se llegó a 3 millones y un cuarto. El dato más espectacular es que en 1981 ya éramos casi 6 millones de ciudadanos catalanes; otro orden de magnitud que no se debe ignorar.

En 1888 se fundaron en Barcelona el PSOE y la UGT, hasta 1899 su dirección estuvo en la Ciudad Condal. También en Barcelona se fundó la CNT, en 1911, y ocho años después, tras la conquista para toda España de la jornada laboral de 8 horas, la central anarcosindicalista rebasaba ampliamente los 400.000 afiliados; pero los sindicatos ‘libres’ o amarillos, de la patronal, tenían entonces unos 150.000, señala Canal.

Siguiendo este baile de cifras, al acabar la Guerra Civil el Orfeó Català (fundado en 1891) no pudo actuar en público hasta 1946. “Escuchar o bailar sardanas no estuvo autorizado en Barcelona hasta 1943, pero en otras partes de Cataluña se pudo hacer desde 1939 en tanto que manifestación folclórica regional”. Otro detalle curioso que aquí se aporta es que el Barça (fundado en 1899) pasó de 400 socios en 1910 a 10.000 en 1922. ¿Hasta qué punto somos hoy conscientes de estas proporciones y qué valor tienen?

En torno a 1905 se iniciaron los actos unitarios del Once de Septiembre. El profesor Canal alude a la “cultura altamente ensimismada y autorreferenciada” que ha regido en Cataluña en el siglo XX y en lo que llevamos del nuevo. Y concluye así: “Se requieren, hoy más que nunca, intensos esfuerzos de imaginación y ejercicios convencidos de pedagogía política”.

En todo caso, es imprescindible la ayuda de la historia para salir de un estado de error. Y este libro de Jordi Canal permite enfrentarse a los mitos desde un saber histórico bien articulado. Para Ortega, la historia era “la ciencia superior, la ciencia de la realidad fundamental”; ella antes que la física.