Pensamiento

Mensaje al Rey

29 diciembre, 2014 08:34

Desde un sentimiento republicano y desde la honradez en dichos principios, tenemos que ser honestos con las palabras que el Rey Felipe VI dirigió a todos los españoles el día de “Nochebuena”

El paro, junto a la corrupción y a la situación en Cataluña, fueron sin duda los tres ejes fundamentales de su intervención

En nuestra opinión, en su discurso hizo un análisis de la situación en la que nos encontramos en España, discurso apegado a la realidad y a los problemas que padecemos los ciudadanos.

El paro, junto a la corrupción y a la situación en Cataluña, fueron sin duda los tres ejes fundamentales de su intervención cuyo diagnóstico compartimos. Ahora bien los problemas de España no se resuelven haciendo una vista panorámica de la situación, mucho nos tememos que la complicidad de los partidos políticos, sobre todo aquellos que se han alternado en el poder, así como aquellos otros que lo han compartido el mismo en determinadas coyunturas políticas, no estén por la labor de la una regeneración política real. Es más, hoy ante la no comparecencia a las distintas comisiones anticorrupción, el no tomar medidas ejemplarizadoras de sus miembros corruptos, nos hace pensar que todo lo que hacen, lo hacen de cara a la galería y que sacrifican peones para tapar los problemas graves que alcanzan a máximos mandatarios.

¿Cómo es posible que el presidente de un partido no sepa, que su partido se financia ilegalmente? Esto en cualquier país civilizado sería motivo de dimisión de ese Presidente. ¿Cómo es posible que la recaudación de impuestos, sirva para hacer proselitismo político y no para tomar medidas contra la pobreza? ¿Cómo es posible que el patrimonio acumulado por el Estado con los impuestos de los ciudadanos, acabe en manos de privados, como la sanidad y esta sea incapaz de sufragar los gastos médicos para el saneamiento de los enfermos de hepatitis? Así podríamos estar todo el día haciéndonos preguntas y a todas ella solo hay una respuesta, algunos han llegado a la política para medrar y están carentes de toda ética unos y de moral otros.

Es verdad que de tanto en tanto alguna parte de la administración nos da alguna alegría imputando a este o ese personaje, cuyo pillaje es vox populi, pero nos apena ver como algún fiscal parece más un abogado de parte que un representante del ministerio público, por tanto no es de extrañar ver como un fiscal General del Estado dimite por no poder aguantar la presión del gobierno de turno.

Si en lugar de tener un Jefe de Estado sin capacidad ejecutiva, tuviéramos un presidente de República, con poder ejecutivo las palabras de éste, serian de mandato democrático

Está bien que su llamada a la unidad de España, al cumplimiento del mandato Constitucional sean una permanente en su discurso, aunque para algunos las mismas supongan un reconocimiento expreso de sus ansias de secesión. El nacionalismo catalán ha transgredido las líneas rojas que delimitan la convivencia pacífica y ello solo se superará cuando la enseñanza sea común para todos los españoles y el pasar de los tiempos.

Majestad, Usted también forma parte del problema, ya que su discurso no deja de ser un sermón de buenas intenciones, que como hemos dicho anteriormente le reconocemos, pero dentro del papel Constitucional que Usted desempeña este se convierte en papel mojado aunque políticamente sea correcto y de agradecer. Si en lugar de tener un Jefe de Estado sin capacidad ejecutiva, tuviéramos un presidente de República, con poder ejecutivo las palabras de éste, serian de mandato democrático.

Así con todo respeto, que le tenemos como persona, y aun respetando el papel que la Constitución le confiere, la regeneración política y cambio de las estructuras del Estado podría comenzar por su renuncia. Ya que es un anacronismo el mantenimiento de la figura de Rey en una democracia que pretende ser moderna en el siglo XXI.

Es por ello que se hace imprescindible la reforma de la Constitución en todos sus títulos, e ir a una Constitución Republicana, donde tampoco haya privilegios por nacimiento.