Cuando dices cosas que no gustan a los hooligans la crucifixión en las redes sociales es una evidencia. Miles de valientes que no dan la cara, que se esconden en sobrenombres, usan la red para vilipendiar, insultar y amenazar. Lo hacen con la cara tapada y además les sale gratis. Esto le pasó ayer a Miquel Iceta. Miquel Iceta es un hombre culto y leído además de poseer un envidiable sentido del humor, y también un hombre de convicciones. Se podrá estar de acuerdo o no con él, pero siempre sus posiciones tienen un sentido y una justificación. No habla por hablar.
Ayer, el primer secretario del PSC dijo una verdad histórica. Las elecciones plebiscitarias no existen y cuando las hubo tenemos un mal recuerdo histórico
Ayer, el primer secretario del PSC dijo una verdad histórica. Las elecciones plebiscitarias no existen y cuando las hubo tenemos un mal recuerdo histórico. Puso un ejemplo: “En la Alemania de 1933 sí que hubo plebiscitarias. Y, añadió, “los plebiscitos era lo que hacían los dictadores”. ¡Para qué más! La incultura, la sinrazón y la mediocridad se aliaron para ponerlo a parir. Había osado el líder socialista atacar el sacrosanto proceso soberanista y los planes del president. Las redes hirvieron pero Iceta se mantuvo en sus tesis “dar carácter plebiscitario a unas elecciones restringe las opciones y limita el mandato” afirmó en un comunicado.
Habrá que recordar a los incultos que el Partido Nazi se hizo con el poder en unas plebiscitarias en 1933. Ese año cayó la República de Weimar y los de Hitler se convirtieron en el partido único. A partir de ese momento, aumentó la presión social y el control sobre los individuos por parte de los nazis. El aumento de esta presión se vivió en numerosos episodios de represión. El más sintomático de todos ocurrió el 9 de noviembre de 1938, la noche de los cristales rotos. Según la propaganda del régimen, ese día un movimiento espontáneo de ciudadanos alemanes actuó contra las sinagogas y las propiedades judías, los culpables de todos los males que acechaban a Alemania, según la propaganda nazi. Lo cierto es que de movimiento ciudadano nada de nada. Las Juventudes Hitlerianas, las SA y las SS fueron las organizadoras de este supuesto movimiento ciudadano y la orden surgió del mismísimo Adolf Hitler.
Votarán dos millones de personas, que según el propio censo de la Generalidad no es más que un 30% del total
La historia es esta y no otra. Las plebiscitarias llevaron a la ruina a Alemania y a Europa. Ahora en Cataluña se presentan como el gran objetivo, como la culminacion de un proceso que se inicia con la consulta del 9N. Sin embargo no tienen en cuenta otro detalle. El gobierno catalán y la parafernalia soberanista nos cuentan que pueden votar 2 millones de personas en este evento dominical. Dicho así, es un número significativo. Sin embargo, sólo votarán los independentistas y los que se han creído la sarta de mentiras del soberanismo. Esos que piensan que con la independencia Cataluña será más libre, más igualitaria, más rica y más cohesionada. Esos que se han creído la milonga que equipara independencia con salud, dinero y amor.
Bien, votarán dos millones de personas, que según el propio censo de la Generalidad no es más que un 30% del total. Votarán sólo los independentistas. Mal se empieza a construir un país en el que se deja en la cuneta a dos terceras partes de sus ciudadanos. Esto se llama tensión social y algunos, con nombres y apellidos, son los responsables. Iceta ha puesto el dedo en la llaga y ha escocido sobremanera a los que hablan siempre en nombre del pueblo catalán. Hitler hablaba siempre en nombre del pueblo alemán.