Pensamiento

Mas quiere acabar con Junqueras y con ERC

19 octubre, 2014 10:40

Aunque Mas no enseñará nunca sus cartas, mucho menos las que siempre guarda bajo la manga, parece bastante claro que lo que pretende ahora es instrumentalizar la consulta-farsa del 9N para acabar con Junqueras, su gran rival en estos momentos, y con las buenas expectativas electorales que las encuestas auguraban a ERC. De convocar ahora las elecciones que Junqueras reclama con insistencia, Mas y CDC se exponen a sufrir una derrota sin precedentes que supondría el final de su carrera como político y el principio del fin para su partido, CDC. Mas parece haber dado con la fórmula para intentar evitar que Junqueras, si ERC concurre a las próximas elecciones con una lista propia, capte la mayoría del voto independentista, o que sea el líder republicano, si ERC decide apoyar la lista única de 'país', quien la encabece.

Parece que las gallinas cluecas han decidido apoyar a quien todavía ostenta el mando en plaza y secundar su plan de celebrar la consulta-farsa

La carta oculta de Mas, en esta partida, eran la ANC y Òmnium Cultural, Forcadell y Casals. Si bien tras la renuncia de Mas a celebrar la consulta se insinuó que Forcadell estaba decepcionada y se tomaba unos días para deshojar la margarita -Mas-Junqueras-Mas-Junqueras...-, parece que tras el encuentro que mantuvieron la presidenta de la ANC y Casals (Òmium Cultural) con el president en el Palacio de la Generalidad la tarde del 16 de octubre las gallinas cluecas han decidido apoyar a quien todavía ostenta el mando en plaza y secundar su plan de celebrar la consulta-farsa. A ambas les ha encomendado Mas la tarea 'histórica' de movilizar a los independentistas para que acudan a votar el 9N y a eso dedicarán todos sus esfuerzos (y el dinero de los contribuyentes) comenzando por el acto de este domingo en la plaza de Cataluña.

Como argumentaba en mi anterior artículo, focalizar el interés en la consulta-farsa permite a Mas ganar un tiempo precioso. Para empezar, fue él quien la propuso mientras los demás líderes de los partidos le exigían seguir adelante con la consulta pactada, y será Mas lógicamente quien acapare todo el protagonismo durante las próximas semanas. La consulta-farsa no va a servir para otra cosa que para brindar a Mas la oportunidad de recuperar la iniciativa para intentar auparse de nuevo a la cresta de la ola y postularse como la figura indispensable que ha de pilotar la transición hacia la independencia. Tras la campaña y las inevitables fricciones que ocasionará con el gobierno español, Mas estará más cerca de encabezar la lista unitaria o de 'país' que incluiría, como desea la ANC, relevantes personalidades independentistas ajenas a los partidos. En este escenario, Junqueras y ERC tendrán que decidir si rompen la unidad y concurren a las elecciones plebiscitarias con otra lista alternativa, o si aceptan quedar relegados a jugar un papel secundario en el nuevo orden de cosas. Mas, con su habitual cinismo, advertía hace unos días que el adversario "se llama Estado español". Una cortina de humo. Su adversario se llama Junqueras y a quien quiere echar del tablero es a ERC. Desde luego, si Junqueras se limita a lloriquear ante los micrófonos, pronto será historia.

Como la oruga tras abandonar la crisálida, Mas aparecería resplandeciente y sin pasado, ajeno a los casos Palau y Pujol que han resquebrajado la imagen de CDC

Parece probable también que Mas esté ya acariciando la posibilidad de conformar, al calor de las elecciones plebiscitarias, un partido de 'nueva planta' en torno a su persona, siguiendo el modelo con el que Suárez cosechó tantos éxitos en la transición. Además de sus fieles escuderos en CDC, sumaría al proyecto a personalidades extraídas del Consejo Asesor para la Transición Nacional, la ANC y Omnium, etc., ansiosas por dar el salto a la política. Como la oruga tras abandonar la crisálida, Mas aparecería resplandeciente y sin pasado, ajeno a los casos Palau y Pujol que han resquebrajado la imagen de CDC. Este escenario, entiéndaseme, no responde a un plan perfectamente diseñado hace tiempo, como demuestra que Mas intentara gobernar con el apoyo del PP tras ganar las elecciones en 2010, tarea ésta de gobernar que encontró demasiado complicada y enojosa. Ni siquiera este escenario hubiera resultado factible hace sólo unos meses, cuando Pujol todavía era el Molt Honorable President, además de presidente de CDC. Lo que estoy diciendo es que ante las nuevas circunstancias que se han producido éste es el único plan que le permite a Mas recuperar la iniciativa y poder ganar las elecciones, acabar con Junqueras y ERC y dejar atrás su turbio pasado en CDC.