A mediados de diciembre se perpetró en el programa '8 al dia' una de las entrevistas más bochornosas de la historia del periodismo. El supuesto entrevistado era Albert Rivera aunque, las más de las veces, el político acababa preguntando "¿cuál es la pregunta?" porque Rahola, Nadal y Antich se dedicaron más que nada a lanzar una serie de improperios tales como "bárbaro", "imposibilita la convivencia", "estrambótico", "antidemocrático", "ultraderechista" que Rivera encajó con elegancia y exquisita educación.
Todas las personalidades relevantes de la Unión Europea que han sido interrogadas con respecto a lo que suele llamarse "el conflicto catalán" han respondido, de forma invariable, que se trata de un asunto interno español
Como no podía ser de otra manera, fue la inefable Pilar Rahola quien destacó por méritos propios, especialmente cuando leyó un falso dictamen -que ella confunde con una sentencia- de La Haya. Solo por eso, Rahola no podría ni acercarse a un micro en ninguna democracia de nuestro entorno, pero aquí la tenemos cada día sentando cátedra desde diferentes plataformas del hipersubvencionado Grupo Godó. Otro de los momentos más delirantes de la simpar no-entrevista es cuando la pseudodoctora le espetó al presidente de C’s: "es que usted nos considera una región de España" como si fuera el mayor de los despropósitos. Bien, veamos que considera la comunidad internacional al respecto.
Para empezar, todas aquellas personalidades relevantes de la Unión Europea que han sido interrogadas con respecto a lo que suele llamarse "el conflicto catalán", desde Barroso a Angela Merkel, siempre han respondido, de forma invariable, que se trata de un asunto interno español. Así, por más que por estos lares estemos acostumbrados a oír hablar de "Cataluña y España" como realidades separadas, no parece que esa sea la percepción que tienen en el exterior.
Más contundente resultó François Hollande, presidente de la República Francesa, cuando para mostrar su apoyo al Gobierno español frente al proyecto secesionista realizó una llamada a "reafirmar la fuerza de nuestros valores" frente a "las identidades regionales que mañana quieren ser identidades nacionales". ¿Qué haría Rahola si tuviera que entrevistarlo? ¿Le diría que su discurso recuerda a los de los dos Primo de Rivera como hizo con el joven político catalán? Aunque bueno, con los franceses siempre se puede soltar eso de que son unos jacobinos y unos centralistas, que queda la mar de socorrido. Si hasta su Ministro del Interior, Bernard Cazeneuve ha puesto a Cataluña como ejemplo de lo que no quiere para Francia: una región identitaria. Con los franceses no se puede hacer nada, está claro.
Pero es que, allende de los mares, en Estados Unidos, todo un referente del federalismo, parece que también consideran a Cataluña una región de España como se puede leer claramente en sendas noticias aparecidas en The Washinington Post y Fox News Por su parte, The New York Times habla de gobierno regional. Y no son los únicos de la prensa anglosajona que hablan de Cataluña como región porque también lo hace el Financial Times. Tampoco han sido diferentes las cosas en Alemania. Allí el tema ha aparecido, por los menos, en tres diarios nacionales -Süddeutsche, FAZ y Welt- y en todos ellos hablan del ex presidente de una región de España. Pues anda que no han creado escuela ni nada los Primo de Rivera, y aquí sin hacerles ni caso más allá de esa abanderada del periodismo de investigación que es Pilar Rahola.
En esta misma línea, Sami Naïr afirma en una entrevista en Nació Digital que "lo que es seguro es que fuera de España, el problema no existe. Fuera de España, Cataluña es una región de España". El entrevistador, Bernat Ferrer, siguiendo esa lógica de la legitimidad por encima de la legalidad que tanto abunda por aquí pero que tan poco eco ha conseguido más allá de nuestras fronteras, le insiste en que si cuatro millones de ciudadanos europeos deciden algo, bien tiene que tener legitimidad a lo que Naïr replica con la verdadera dimensión de la tragedia: "Hay 796.000 ciudadanos europeos. ¿Qué significan cuatro millones?" Y es que, ante las cifras, no hay naciones milenarias ni lenguas propias que valgan.
Sigue la interesante entrevista en la que el intelectual francés profundiza en la idea de que Cataluña forma parte de España y que, por lo tanto, se trata de una cuestión española que se debe solucionar dentro de este país y afirma que los europeos no se meterán nunca en esta cuestión. ¿Pero no era que la Unión Europea forzaría a España a aceptar esa consulta que nos presentan como la quintaesencia de la democracia? Pues parece que no, porque cuando el esforzado entrevistador le señala que el 80% del Parlamento reclama una consulta sobre la independencia, Naïr sentencia que "a nosotros no nos interesa la mayoría de Cataluña, nos interesa la mayoría de España. […] Cataluña no es un país diferente de España". Ya, en un último intento de salvar los papeles, Ferrer deja caer lo de la declaración unilateral de independencia a la que Sami Naïr no parece darle ni la más mínima credibilidad con expresiones como "Todo esto es una enorme manipulación. ¡Enorme! ¡Saben que jurídicamente no pueden hacerlo! ¡No pueden declarar la independencia! […] Están engañando a la gente. ¡Solo los burros que no entienden nada de política pueden creerse estas cosas!¡Es un cuento de hadas para los que no entienden nada de política!"
Buenos días, realidad.