Pensamiento

'Un sol poble'

11 julio, 2014 09:44

De los mantras más repetidos del Proceso, pocos me horrorizan tanto como el de Cataluña es "un sol poble". ¿Alguien se imagina, a los londinenses o neoyorkinos exclamando ufanos que son un solo pueblo? Por supuesto que no, porque precisamente lo que las convierte en grandes ciudades es su pluralidad y el haber sabido estar abiertas a recoger una enorme diversidad de culturas y sensibilidades.

Ser un solo pueblo da poco espacio a la otredad, a pensar diferente, a la disidencia y por eso no es de extrañar los ataques furibundos a los que se atreven a discrepar de las consignas oficiales. Hace un tiempo, Carme Forcadell, presidenta de la ANC, ya señaló como adversarios a PPC y C’s, pero no adversarios de su organización sino de toda Cataluña, lo cual no deja de ser curioso porque implica que Cataluña alberga en su interior casi 750.000 adversarios que, además, son también catalanes.

Las mismas personas que repiten una y otra vez que en Cataluña no hay ninguna fractura social son aquellas que después desprecian y descalifican a todo a aquel que se atreve a pensar diferente

Lo enemigos que conspiran desde dentro tienen un nombre claro, quintacolumnistas, y así lo expresó Marta Alòs en Els Matins de TV3 al referirse a Societat Civil Catalana. El resto de compañeros de mesa, presentadora incluida, o bien le dieron la razón o bien callaron con un repugnante silencio cómplice. Llueve sobre mojado porque a dicha presentadora, Lídia Heredia, el CAC ya le ha tenido que llamar la atención por no intervenir cuando el ex director de los Mossos d’Esquadra, Miquel Sellarès acusó a los dirigentes de PP y C’s de "cerebros enfermos". Además, a principios de año, en una entrevista al economista Ángel de la Fuente, intentó seguir propagando el bulo inventado por CiU y ERC sobre el inexistente límite del 4% alemán. Vamos, que no estamos ante un ejemplo de rigor y profesionalidad precisamente. Y esta vez lo ha vuelto hacer, ya que ha permitido que durante casi diez minutos los contertulios, todos a favor de la consulta, se dediquen a verter bilis contra Societat Civil Catalana, dándose la razón los unos a los otros como debe ser en "un sol poble".

Se lo expliqué a un amigo alemán y él me dijo "estáis rompiendo el juguete de estos niños". Y sí, así es como se comportan, como niños contrariados. Con lo bien que se lo estaban pasando ellos con sus cadenas humanas, sus Playmóbil en el espacio y su proceso familiar, democrático y festivo para que ahora venga Societat Civil Catalana a decir que la secesión ni la queremos ni la conviene y que deseamos una Cataluña plural en una España abierta. Porque una Cataluña plural es lo contrario de "un sol poble", ya que representa la diversidad frente a la uniformidad y eso es algo que no pueden tolerar.

Lo más curioso del caso es que las mismas personas que repiten una y otra vez que en Cataluña no hay ninguna fractura social son aquellas que después desprecian y descalifican a todo a aquel que se atreve a pensar diferente evidenciando lo que se empeñan en negar y es que, desde que empezó todo el Proceso, Cataluña se está fracturando. Puedo dar fe de ello porque ya he perdido la cuenta de las personas que se han distanciado de mí desde que hace cosa de un año empecé a posicionarme públicamente en contra de ese invento nacionalista llamado "derecho a decidir". Cuando hablamos de fractura social, no se trata de violencia física en las calles, obviamente, si no de llamadas y mensajes que ya no recibes o de llamadas y mensajes que no obtienen respuesta, de personas a las que dejas de ver sin que, las más de las veces, medie ningún tipo de pelea ni discusión. Simplemente, esas personas empiezan a desaparecer de tu vida. Eso en la esfera de lo privado. En la esfera pública, si te expresas en contra del discurso oficial, tienes que estar dispuesto a recibir varios insultos diarios así como acusaciones de todo tipo que en mi caso van desde "cobras de las cloacas del Estado" a "te meas en las víctimas del Holocausto" pese a que nunca ha salido de mi boca ni de la punta de mis dedos ni una sola alusión antisemita ni he visto jamás ingresado en mi cuenta corriente ni un solo euro más allá de los que recibo por mi labor como docente.

Nadie sabe qué va a pasar con la consulta -dudo que lo sepan ni tan siquiera sus promotores- y es muy difícil que una región de un país democrático llegue a conseguir la secesión pero todo esto está haciendo un daño absolutamente brutal a la sociedad catalana y no sé cuánto tiempo se necesitará para que se pueda reparar cuando acabe todo esto. Y, en todo caso, aunque lograran su ansiada secesión, quizá podrán tener un país independiente pero lo que no van a lograr es poder crear una sociedad catalana cohesionada mediante la descalificación sistemática del que piensa diferente. No sé si están cerca de tener un Estado propio pero tengo claro que cada vez están más lejos de que Cataluña sea un solo pueblo.