Pensamiento
El catalanismo, para quien se lo trabaja
El debate independentista está creando monstruos y pone en tela de juicio temas que parecían intocables. Durante muchos años nos fuimos acostumbrando al término "nacionalista", para definir una posición ideológica que estaba a medio camino entre el catalanismo y el independentismo. Pero, hoy, los nacionalistas se han convertido en independentistas. Han desaparecido. Ya no hay. El "nacionalismo" pujolista ya és historia. Hasta hace bien poco los patriotas eran los nacionalistas. Los catalanistas eren unos patriotas blandos, gente que quería a Cataluña pero sin el entusiasmo, el ardor y la convicción de los nacionalistas.
Al convertirse los nacionalistas en independentistas ¿qué pasa con los catalanistas?
Unos cuantos catalanistas con cierta proyección pública se pasan al bando independentista, bien para demostrar que, al fin y al cabo, no eran tan blandos como pretendían los nacionalistas, bien porque también han sucumbido al canto de sirena del independentismo que todo lo cura, o bien, como aseguran algunos malpensados (que ya sabéis que a menudo aciertan), porque quieren mantenerse próximos al calor del poder y los cargos públicos.
¿Dónde quedan los catalanistas de buena fe?
En estos tiempos en que nos incitan a "repensar" nuestras vidas, muchos catalanistas históricos piensan que quizás deban replantearse esa autodefinición. Que tienen que "repensar" su catalanismo.
Como aseguran algunos malpensados (que ya sabéis que a menudo aciertan), porque quieren mantenerse próximos al calor del poder y los cargos públicos
Contemplan atónitos y espantados como la actriz Montserrat Carulla trata de fascista y racista al presidente de la Federación de Entidades Culturales Andaluzas en Cataluña, Daniel Salinero, porque se ha sentido dolido ante unas declaraciones de ella, en un acto de la Asamblea Nacional Catalana, en las que afirmó que Franco llenó trenes de inmigrantes españoles para diluir Cataluña.
Descubren, preocupados, que el Parlamento de Cataluña elimina en sus dependencias el servicio de las agencias Europa Press y EFE y limita este suministro a la gubernamental Agencia Catalana de Noticias.
Y piensan que ellos quizás también deberían arrinconar su catalanismo y que quizás a lo largo de estos últimos años han hecho el primo identificándose con este calificativo.
De aquí a identificarse como "apátridas" hay un solo paso.
Catalanes, por ahora, aun se sienten. ¿No?