Joan Borràs, CEO de Oxygen Private Credits, uno de los acreedores implicado en la trama de las opciones de compra
En el embrollo de las opciones de compra en el inmobiliario de Barcelona, la justicia tendrá la última palabra, claro. El juzgado de Instrucción número 32 ha lanzado unas diligencias en las que citará a unas 60 personas y sociedades, incluido a un notario.
Hasta que ese procedimiento avance, no cabe mucho que decir. Sí hay dos obviedades que saltan a la vista, y que corroboran muchas voces cercanas a este tipo de operaciones forjadas en la zona alta de la Ciudad Condal. Una, que la práctica es relativamente habitual, por bien que cope un porcentaje ínfimo de los documentos que apostilla el notariado de la capital catalana.
Es cierto que hay menos de 1.000 al año, pero también lo es que algunos fedatarios acumulan más de 150 operaciones por ejercicio, por poner un ejemplo. Más de 150 funcionarios de toda España abren su despacho a estas firmas, según ha podido comprobar Crónica Global.
Y dos, que la práctica es, a priori, legal, sostiene el Colegio Notarial de Cataluña. Habrá qué ver caso a caso, examinar documento a documento, sostienen los expertos, para cerciorse de si las operaciones tuvieron garantías. Y, en algunos casos, con protocolos distintos, avisan los que saben.
Lo factual es que las opciones de compra han estallado como un debate que afecta a una red de despachos de la zona alta de Barcelona. Decenas de operadores, abogados e intermediarios acuden a ellas. Crónica Global ha dado nombres de empresarios pero que ofrecen este servicio por medio de sociedades secundarias. Hay muchos más.
De estos dos hechos se desprende una tercera conclusión: no está establecida, o no con el verdadero rigor o consenso social --o, si lo está, no se está cumpliendo el enforcement--, la legalidad de esta modalidad contractual. Debátase entre expertos si hay que tolerar este acuerdo, si tiene suficientes salvaguardas legales, y cuando sea llevada a cabo, si hay que velar ex post para proteger al consumidor. Cuando haya conclusiones claras, lo explicaremos en Crónica.
Independientemente de esta conversación, y de su resultado, aceptemos una obviedad: en Barcelona, las opciones de compra no solo existen, sino que son mucho más comunes de lo que algunos están dispuestos a admitir.
Tengámoslo en cuenta para seguir el caso en el futuro.
