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Presentación de 2Cat, La2 en Cataluña casi íntegramente en catalán

Presentación de 2Cat, La2 en Cataluña casi íntegramente en catalán Europa Press

Pensamiento

2Cat, 3Cat, 4Cat y 5Cat. ¡Que no 'farte de ná'!

"A partir de ahora, el Estado financiará en Cataluña dos televisiones oficiales con la misma oferta y el mismo objetivo (el monolingüismo y el ensimismamiento), ambas además iguales en su ruina económica"

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La “nueva política” lingüística de la televisión española en Sant Cugat, poniendo en marcha el proyecto de expulsar de sus emisiones la lengua castellana –la más hablada en Cataluña— en beneficio de la catalana, de la que informaba el miércoles este periódico –muy acertado artículo de Isabel Fernández Alonso-, es otro ruinoso error, cometido por el Gobierno del Estado y el de la Generalitat, con el único objetivo, como es palmario, de satisfacer las caprichosas exigencias de sus socios o apoyos separatistas.

Nada diré sobre el asunto de la nomenclatura –sustituir la “E” de España en beneficio de la “Cat” de Cataluña (de La2 a Cat2), que desde luego no es inocente-, pero hablar de estas cosas es tan cansino…

Señalaremos que la mono-linguación vacía de sentido y de perspectivas el trabajo de los numerosos profesionales que trabajan en Sant Cugat, de hecho, supone la renuncia de la producción barcelonesa de programas que puedan verse en toda España, y resta a los televidentes catalanes un servicio oficial.

Una vez más, las autoridades hacen sus cositas para complacer a sus adversarios, cuyos votos necesitan, en vez de atender a la conveniencia, los intereses y la demanda de la ciudadanía. Ya se irá viendo, pero cabe presumir con poco riesgo de equivocarse que las audiencias sentenciarán esta deriva… con su insignificancia. Al tiempo.

Por lo que vemos ya desde su propio nuevo nombre 2Cat se propone ser una copia, un gemelo, una repetición o dupla de 3Cat (antes TV3). No todos los ciudadanos salimos con ello perdiendo: para las cuatro productoras que viven de suministrar sus productos a la tele pública catalana se duplica su mercado.

Recordemos que la justificación del nacimiento de TV3 fue en primer lugar contribuir decisivamente a la “normalización”, recuperación, asistencia y difusión de la lengua catalana. Objetivo que ha cumplido, en mayor o menor medida, aunque también hay voces autorizadas que opinan que en realidad ha contribuido a dañarla.

En segundo lugar, era un proyecto de configuración o recuperación o exaltación de un imaginario regional (allí prefiere llamarlo “nacional”) bajo el signo de lo autóctono. También lo ha logrado, a su manera de entender lo autóctono. Y en tercer lugar (en realidad, en primero) se trataba de disponer de un medio de persuasión masiva al servicio de CiU: objetivo también conseguido hasta que esa coalición hizo implosión, por los motivos que ya sabemos.

A partir de ahora, el Estado español financiará en Cataluña dos televisiones oficiales con la misma oferta y el mismo objetivo –el monolingüismo y el ensimismamiento-, ambas además iguales en su ruina económica pues, como es sabido, periódicamente hay que reflotar ambos entes con partidas extraordinarias. O sea que esta, digamos, “redundancia” la pagamos todos los españoles con nuestros impuestos, incluidos los catalanes, por supuesto, e incluidos los que no vemos ni una ni otra, lo cual parece injusto.

Si las dos televisiones son de titularidad pública, si las dos tienen el mismo objetivo –la promoción de la lengua catalana—, y las dos son ruinosas, ¿no sería más sensato y económico suprimir directamente una o la otra? Se prejubila o indemniza a todos los empleados de 2Cat o de 3Cat, y se cierra un escape de agua de una vez por todas.

¿Cuál suprimirías?... ¿2Cat o 3Cat?... No sé, a algunos les da igual, no ven la tele.

En fin, a ver que no salga ahora Puigdemont o Junqueras u otro de los distinguidos socios de los socialistas a exigir la fundación de una 4Cat, 5Cat y hasta 6Cat. La supervivencia de la lengua merece todos los esfuerzos y sacrificios. Además, total, es dinero del Estado, o sea que no es de nadie. Pedid y se os dará, que no farte de ná.