Segundo intento. El decreto que debe impulsar de manera definitiva las energías renovables y sistemas de almacenaje en Cataluña vuelve a la mesa del Consell Executiu este martes, con las modificaciones pactadas con ERC. El Govern lo retiró el mismo día que debía recibir el aval del Parlament el pasado mes de julio por la falta de apoyos de los republicanos, en un sonado revés al Govern de Salvador Illa.
La consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, encargó a la vuelta de verano a sus técnicos y equipo negociador volver a aplicarse en la tarea. La urgencia por revertir el atasco burocrático que sitúa a la región catalana en la cola de Europa empujaba a ello y mantenía a los socios de investidura en posiciones cercanas, a pesar de la caída del decreto, y las discrepancias ya han quedado resueltas.
Sin interés público superior
Así lo ha evidenciado el diputado Jordi Albert este lunes, cuando ha dado cuenta de las modificaciones a las que ha accedido el Ejecutivo socialista. La principal, la supresión del interés público superior, que generaría un “desequilibrio” en perjuicio de los ayuntamientos, explica a este medio el también portavoz adjunto de los republicanos en el Parlament catalán.
"Eliminarlo del articulado evita que el interés público superior se pueda aplicar de forma discrecional, lo que permite que el despliegue de parques eólicos y fotovoltaicos sea más consensuado", explica. Preguntado por la posibilidad de que ello permita a los municipios derribar o bloquear un proyecto, Albert lo niega: "Si cumple con la normativa, no lo podrán vetar, son la Generalitat y el Institut Català de l'Energia (ICAEN) los que acaban otorgando las concesiones".
El portavoz adjunto de ERC en el Parlament, Jordi Albert, y el vicesecretario de Comunicación y portavoz de ERC, Isaac Albert, dan cuenta del acuerdo alcanzado por las renovables
No en suelo agrícola
La clave de la nueva norma pasa por el tipo de suelo, al promover placas y aerogeneradores en suelo industrial y urbanizable, o bien donde antes se cultivaba y ahora está en desuso. No obstante, los consistorios sí podrán oponerse si se proyectan sobre suelo agrícola; también si los propietarios deciden vender los terrenos podrán pedir su preservación, forzando su instalación en los tipos de suelo ya mencionados.
"Dotamos de mecanismos a los ayuntamientos para que tengan vías de participación, pero eso no significa bloqueo alguno", defiende el diputado a cargo de las negociaciones.
Mayoría progresista
Con el apoyo de ERC asegurado, los comunes están llamados a hacer valer la mayoría progresista de la Cámara para aprobar el decreto. De hecho, los de Jéssica Albiach ya lo apoyaban en julio, cuando no vio la luz por el plante de los republicanos; hoy reciben de buen grado las modificaciones pactadas por los independentistas y, tras asegurar estar negociando “los últimos flecos”, han anunciado a primera hora de la mañana su apoyo a la medida.
En conversación con esta cabecera la tarde del lunes, los dirigentes de la formación morada rebajaban a “aspectos técnicos” las discrepancias entre los equipos negociadores, que son pequeñas y no serían insalvables. No obstante, el calendario apremiaba, ya que una vez aprobado en el Consell Executiu, no podrán incorporar cambio alguno; para ello, el decreto debería entrar como proyecto de ley, algo que fuentes republicanas descartaban: "No es lo que hemos pactado".
La consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica y portavoz de la Generalitat, Sílvia Paneque, en el Parlament (imagen de archivo)
La consellera Paneque anunciará a mediodía de este martes la aprobación del decreto, cuyas novedades resuelven las críticas que los grupos arrojaron al texto inicial, que afeaban que éste se confeccionara de espaldas al sector agrícola y rural, un extremo no solo sostenido por ERC, sino también por Junts y la CUP.
30 días
De esta manera, arranca la cuenta atrás de 30 días naturales para que el Parlament intente, por segunda vez, la convalidación de un decreto que desbloqueará multitud de planes de autoconsumo compartido en naves industriales, cooperativas y comunidades energéticas, en el camino hacia la reducción del sobrecoste energético, que desincentiva la inversión extranjera y que acusan grandes compañías como Amazon.
El gigante del comercio electrónico espera la aprobación de la normativa para su proyecto de autoconsumo eólico en su centro logístico de El Far d'Empordà (Girona), tras invertir alrededor de 5.000 millones en los últimos años en la región catalana.
Cataluña produjo en 2024 apenas 40.000 GWh de energía eléctrica, la cifra más baja desde 2001, según el ICAEN. Las renovables solo cubrieron el 21,6% de la demanda eléctrica y la región no abrió parque eólico alguno; tampoco ninguno de impulsados por el Parlament en 2019, como explicó este medio. Asimismo, más de la mitad de la producción corrió a cargo de las nucleares, que dejarán de estar disponibles en 2035 bajo los planes del Gobierno.
