Gregorio Estévez, agente inmobiliario / Facebook

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Gregorio, agente inmobiliario, sobre cómo heredar sin pagar impuestos: “Hacienda no quiere que lo sepas, le gusta que pagues 30.000 euros"

Este método permite a las familias gestionar la transferencia de propiedad de tal manera que el heredero evite por completo la obligación fiscal en el momento de la sucesión

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En ocasiones, recibir una vivienda puede parecer una oportunidad, pero los elevados impuestos y trámites pueden convertirla en una gran carga. Los principales problemas al heredar un piso son el Impuesto de Sucesiones y Donaciones y la Plusvalía Municipal, que varían según la comunidad autónoma y el valor del inmueble.

Otro problema surge si se decide vender el piso, ya que se tendrá que pagar el IRPF por la ganancia patrimonial. Además, no pagar estos impuestos puede acarrear recargos o sanciones.

Según Gregorio Estévez, agente inmobiliario, al heredar una propiedad, los ciudadanos se enfrentan de inmediato a la pregunta crucial: ¿cuántos impuestos le tengo que pagar a Hacienda?

El experto sostiene que, si los padres han fallecido y dejan un piso como herencia, existen dos caminos claramente definidos para el heredero que muchos desconocen y puede ser clave para heredar ese bien a coste cero.

El primer camino es la vía convencional, el proceso que, en sus palabras, es "el que más le gusta a Hacienda". Siguiendo este procedimiento tradicional de sucesión, el heredero se ve obligado a liquidar una suma sustancial.

Concretamente, Gregorio señala que, en este escenario, “el heredero debe pagar 30.000 euros de impuestos de sucesiones”. Esta cifra representa el costo directo de recibir la propiedad de manera tradicional tras el fallecimiento de los propietarios originales.

Coste cero

Sin embargo, existe una alternativa, un segundo camino que, según el agente inmobiliario, es el que "Hacienda no quiere que sepas". Este método permite a las familias gestionar la transferencia de propiedad de tal manera que el heredero evite por completo la obligación fiscal en el momento de la sucesión.

La estrategia consiste en que los padres constituyan un fondo mientras están vivos. En la estructura de este fondo, los padres se designan a sí mismos como usufructuarios vitalicios. El usufructo vitalicio les permite seguir utilizando y disfrutando del inmueble durante toda su vida.

Paralelamente, el hijo o heredero es nombrado como el único beneficiario de dicho fondo. Mediante esta planificación, el resultado para el heredero es extraordinario: "No pagas ni un solo euro de impuestos de sucesión".

Además de los desafíos que presenta el Impuesto de Sucesiones, Gregorio enfatiza que los problemas fiscales no terminan una vez que la herencia ha sido aceptada. Si el heredero toma la decisión de vender el piso heredado, se enfrentará nuevamente a la obligación tributaria.

El agente advierte que, al vender el inmueble, también tendrá que pagar muchos impuestos. Utiliza una expresión contundente al señalar que al heredero "le van a coser impuestos" o que tendrá que pagar "muchos impuestos" si decide liquidar el bien en el mercado.