El presidente de BBVA, Carlos Torres, durante la presentación de resultados del banco

El presidente de BBVA, Carlos Torres, durante la presentación de resultados del banco Europa Press EP

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BBVA desafía al Gobierno central y al catalán y prosigue con el abordaje al Sabadell

El grupo financiero anuncia a la CNMV que la oferta de adquisición hostil "se mantiene vigente" tras las condiciones impuestas por el Ejecutivo

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BBVA desafía al Gobierno central y al catalán continúa con la oferta pública de adquisición (OPA) hostil a Banco Sabadell. El grupo financiero ha anunciado este lunes, tras el cierre del mercado, que sigue con el proceso de integrar al competidor catalán. Y ello pese a las duras condiciones impuestas por el Ejecutivo a la operación. 

En un hecho relevante enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), el BBVA ha apuntado que "ha decidido no desistir de la oferta y, por lo tanto, la misma se mantiene vigente conforme a lo previsto en la normativa aplicable". 

Cuesta arriba

La decisión del banco presidido por Carlos Torres llega después de que el Consejo de Ministros diera el visto bueno a la OPA hostil el pasado 24 de junio. 

Eso sí, la luz verde llegó condicionada a la exigencia de preservar la autonomía del grupo financiero catalán durante un mínimo de tres años ampliables a cinco. Y, además, por el veto a expedientes de regulación de empleo (ERE) durante el mismo periodo. 

Eso sí, la entidad con sede en Bilbao ha tenido que admitir que las condiciones impuestas por Moncloa provocarán un retraso en la materialización de las sinergias de 850 millones de euros previstas en la operación. 

De modo que el BBVA asume aun más riesgo en esta maniobra, al interpretar que las medidas adoptadas por el Gobierno no son suficientes para convertir la operación en irrealizable.

Fachada del edificio ‘La Vela’, en la ciudad del BBVA

Fachada del edificio ‘La Vela’, en la ciudad del BBVA Ricardo Rubio - Europa Press

En un vídeo corporativo remitido a los medios de comunicación, Carlos Torres ha insistido en vestir la operación como “una oportunidad única para construir uno de los bancos más competitivos e innovadores de Europa”. 

Además, el ejecutivo también ha hecho hincapié en que la integración de ambas entidades daría al grupo resultante una capacidad de elevar en 5.000 millones de euros anuales la financiación a familias y empresas.

El incremento de los riesgos de la operación se produce en un contexto cada vez más hostil para las intenciones del BBVA. La decisión adoptada hace una semana por el Consejo de Ministros mostró con hechos lo que el Gobierno ha manifestado en multitud de oportunidades con las palabras: su frontal oposición a este proceso de concentración. 

Una posición a la que se ha unido la Generalitat de Cataluña, que igualmente manifestó su satisfacción y conformidad con las resoluciones de Moncloa, al entender que favorece las condiciones del mercado financiero en el territorio.

Y también cabe tener en cuenta la posición de la influyente patronal catalana Foment del Treball, cuya reacción no se hizo esperar. Minutos después de conocerse las medidas del Gobierno, su presidente, Josep Sánchez Llibre, aseguró a Crónica Global que con la decisión de Moncloa la OPA del BBVA quedaba “amortizada”.