Xaima (25 años), de enfermera a camionera / CG

Xaima (25 años), de enfermera a camionera / CG

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Xaima (25 años), de enfermera a camionera: “El turno de noche era horrible, 12 horas de trabajo y donde más fallecidos había”

Un factor crucial en su decisión de cambiar de vida para la joven fue la dificultad del turno de noche, ya que estos eran "horribles"

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Xaima, una joven de 25 años, ha protagonizado un radical cambio de vida al pasar del exigente mundo sanitario al sector del transporte, una profesión que ha abrazado desde los 23 años.

Según relata la joven al catalán Marius Cozma en el pódcast Rutas del Éxito, su transición al volante de un camión cisterna ha causado "mucho revuelo" debido a su apariencia física. La transportista maneja actualmente una cuba de cemento y se siente "encantada" con su oficio, al que describe como su pasión y su "terapia".

La decisión de abandonar el mundo de la enfermería, un campo que ella considera "muy bonito, pero muy vocacional", se debió a la intensa exigencia psicológica del entorno hospitalario y residencial.

Xaima sintió la necesidad de estar "psicológicamente muy fuerte" para llevar a cabo sus funciones, pero la presión se hizo insostenible a raíz de la pandemia. En esa época, los fallecimientos de pacientes eran una constante, un factor que la llevó a "tocar fondo".

Un factor crucial en su decisión de cambiar de vida para la joven fue la dificultad del turno de noche. La camionera describió que los turnos nocturnos, en los que trabajaba, eran "horribles" y donde ocurrían "más cosas".

De hecho, llegó a comparar la experiencia de estar de noche en un hospital o residencia con "el cuarto milenio" por las "cosas paranormales" que sucedían. Además, la situación era emocionalmente devastadora, ya que ella les cogía cariño a los pacientes y los veía fallecer "constantemente". Al llegar a su límite, decidió que tenía que cambiar de trabajo para buscar otra opción.

El proceso para incursionar en el sector del transporte fue "super rápido", tardando apenas seis meses en obtener sus licencias. Aunque al principio sentía "mucho miedo" por las advertencias de que el transporte era un "mundo de hombres" donde supuestamente lo iba a pasar "fatal," descubrió que esas afirmaciones eran mentira.

A pesar de que tuvo dificultades para encontrar una primera empresa debido a su condición de querer iniciar con una compañera, finalmente se lanzó a la carretera y actualmente lleva más de un año y medio en su empresa actual.

Hoy, Xaima busca activamente "romper estereotipos" y animar a otras mujeres, especialmente jóvenes, a unirse a este sector. Está tan a gusto con su profesión que no piensa cambiarla. Cuando se le preguntó si se arrepentía de la transición del mundo de la enfermería al transporte, su respuesta fue rotunda: "no para nada".

Disfruta de la soledad que le ofrece el camión, considerándola una terapia, aunque propone cambiar las condiciones del sector para reducir las muchas horas de trabajo, sugiriendo un límite de 12 horas diarias con 9 de conducción.