Lorena, dueña de una cafetería de especialidad en Cataluña, sobre el trato con el personal: "Es lo que peor llevo"

Abrir un negocio en el ámbito de la hostelería implica asumir un conjunto de responsabilidades constantes: desde controlar los gastos hasta garantizar que el servicio mantenga un nivel competitivo en un sector donde los márgenes son estrechos. A ello se suma la incertidumbre propia del flujo de clientes, que obliga a los propietarios a ajustar horarios, compras y procesos casi a diario.

Uno de los puntos que más inquieta a los pequeños empresarios es la gestión del equipo, un elemento decisivo para el buen funcionamiento del local. Coordinar turnos, resolver imprevistos y mantener la motivación del personal se convierte en un reto continuo que condiciona tanto el clima laboral como la estabilidad del propio negocio.

Cafetería de especialidad

Eric Ponce, emprendedor y creador de contenido, se desplazó hacia Barcelona para reunirse con Lorena. Se trata de la dueña de Bristol Koffee, una cafetería de especialidad ubicada en Viladecans. "Después de vivir en Bristol y enamorarse del mundo del café, volvió a Cataluña decidida a crear un espacio donde cada taza tuviera una historia, mimo y sabor real", introduce el dueño del canal de YouTube.

"Con una inversión de poco más de 100.000 euros, Lorena levantó este local prácticamente desde cero. Hoy lucha cada día por mantener la calidad en cada detalle. Pero detrás del aroma a café, hay mucho más: madrugones, hornos encendidos y el eterno problema del personal", cuenta Ponce sobre la historia "de una mujer que ha hecho de su pasión su trabajo".

Formar un equipo

De la conversación se puede sacar una conclusión clara: hay mucho trabajo que no se ve. Entre otras muchas cosas, la emprendedora explica las dificultades que tiene con el personal. Encontrar empleados que cumplan con las expectativas y que sean responsables es, en muchas ocasiones, una odisea.

"Es lo que peor llevo", comienza diciendo sobre la pregunta por el personal. Explica que hay mucho gasto de aprendizaje, para que los trabajadores conozcan las cantidades que reportan beneficios. Por otra parte, contratar gente es muy complejo por las exigencias: "La gente me dice 'solo de tarde, pero a las siete me voy'. También ocurre que llamo a 15 personas para entrevistarlas, quedo con nueve y se presenta una", relata la empresaria.

Por otra parte, cuenta una situación que es de lo más agobiante. "Miro el móvil 20 veces cada noche, por si alguien se ha puesto malo para el día siguiente", asevera Lorena. Su puesto de trabajo no le permite descansar, pues las responsabilidades son múltiples.

Eludir responsabilidades

Lorena profundiza más en su trama personal con empleados y exempleados. Relata algunos de los casos en los que trabajadores se han escabullido de su puesto. "La historia del perro malo es real. Me dice; 'Oye, que mañana no puedo ir que estoy en urgencias con mi perro porque le ha entrado algo en el ojo', dos horas antes de entrar. No viene. Lo cubro, busco refuerzo o viene mi chico a echar una mano. Después, al mediodía, recibo un email que dice 'no encajo en el trabajo'", cuenta.

Por otra parte, narra otra experiencia. "Una vez, una chica me dijo 'viene mi familia de vacaciones en tal fecha'. Se pilla la baja. Ahora estamos en un momento en el que no puedes llamar al trabajador porque puede ser acoso y te pueden denunciar. Llamé al gestor, porque le llega la baja a él directamente, para preguntar. El caso es que a él no le llega inmediatamente. A la semana me llama y me dice que no estaba de baja. Había dejado de venir y ya está", afirma.