Pocos lo saben, pero Barcelona ya tiene su propio perfume: desarrollado por una marca catalana y presentado en Nueva York

Barcelona siempre ha sido una referencia mundial en estilo. La mezcla de modernidad, arquitectura icónica y elegancia mediterránea convierte a la ciudad en un escaparate natural para las tendencias. Su forma de entender la moda va más allá de la ropa y se refleja en la actitud, la creatividad y la sensibilidad estética de quienes la habitan.

En este ambiente donde la belleza se respira en cada esquina, los perfumes ocupan un lugar cada vez más destacado. Los aromas que acompañan la vida urbana forman parte de la identidad de la ciudad, desde las notas frescas del mar hasta los matices cálidos de sus atardeceres. En este contexto de sofisticación sensorial surge una nueva propuesta que está despertando la atención internacional.

Conquistar la Gran Manzana

Captar la esencia de Barcelona puede ser sencillo. Ahora bien, llevarla al terreno de los olores no tanto. La combinación de elementos debe ser muy precisa. La marca catalana Carinsa ha conseguido desarrollar esta tarea. La empresa, especializada en las fragancias y soluciones integrales para la industria de la perfumería y cosmética, ha presentado Barcelona en Nueva York.

“Este perfume es un homenaje a nuestra ciudad y a su capacidad para inspirar innovación y emociones. En Carinsa creemos en el poder de los sentidos como lenguaje universal, y queremos que el mundo conozca la creatividad que nace en Barcelona”, afirma Vanesa Martínez, CEO de la compañía, sobre el último lanzamiento de la firma.

¿A qué huele?

El lanzamiento forma parte del Barcelona – New York Summit, un evento organizado por Barcelona Global y Barcelona & Partners para impulsar la proyección internacional de la ciudad mediante la innovación y la creatividad empresarial.

"Sus notas de salida —limón, bergamota, cardamomo y pimienta— representan la energía fresca de la ciudad al amanecer; las notas de corazón —lavanda, romero, flor de azahar y hojas de higuera— evocan su elegancia y calma urbana; mientras que las notas de fondo —pachuli, sándalo, almendra y vainilla— simbolizan la calidez de los atardeceres y la tradición catalana", explica la marca.

Sobre Carinsa

Carinsa es una de las compañías catalanas con mayor proyección internacional dentro del sector de aromas y fragancias. Fundada en 1993 por el ingeniero químico Alberto Martínez Ortega, la empresa está hoy liderada por sus hijas, Vanesa y Denia Martínez, mientras que su madre, Isabel Chamorro, continúa siendo la principal accionista. Desde su sede en Sant Quirze del Vallès, la firma ha construido un modelo de innovación constante que le ha permitido situarse en 58 países y consolidar un equipo de 200 profesionales de 33 nacionalidades.

Una parte esencial de su crecimiento se explica por la fuerte apuesta por la investigación. El 30% de su plantilla trabaja en I+D y un 20% está formada por doctores industriales, aromistas y perfumistas. La compañía destina el 20% de su facturación a proyectos vinculados a nutrición y salud, sostenibilidad y tecnologías disruptivas, acumulando ya 30 patentes internacionales.

Sus números

En términos económicos, Carinsa ha experimentado un avance sostenido: cerró 2024 con 59,9 millones de euros, tras una década de incremento del 30%, y prevé mantener un crecimiento a doble dígito en 2025 y 2026. Para acompañar esta expansión, está tramitando la adquisición de cuatro nuevas naves en Sant Quirze que multiplicarán por diez su capacidad productiva. La primera entrará en funcionamiento en octubre de 2026, ampliando las instalaciones de la división de alimentación.

Con estas inversiones y una estrategia global cada vez más ambiciosa, Carinsa se marca un objetivo claro: alcanzar los 100 millones de euros de facturación en 2030 y reforzar su posición como referente internacional en innovación olfativa.