Un músico del coro ha denunciado "enchufismo político" en el Gran Teatre del Liceu. El Tribunal Supremo acaba de avalar las críticas de Jordi Mas Ferrer, tenor del mayor teatro de ópera de Cataluña, a quien la institución apartó en 2013.
Mas Ferrer fue cesado del grupo de cantantes de élite --aún no ha perdido la plaza de forma oficial-- tras cargar contra la presencia de varios cargos elegidos de forma "opaca", en contraposición a los músicos. Él mismo logró su puesto por concurso abierto en 2001.
Cuatro años después de que sufriera el revés, el Tribunal Supremo ha rechazado un recurso del templo operístico contra dos sentencias del juzgado Social número 25 de Barcelona y el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), que declararon "nulo" el cese.
"Cargos cercanos a la antigua CDC..."
La resolución del Supremo avala que las opiniones de Mas Ferrer quedan dentro del perímetro de la "libertad de expresión" y que no constituyen en ningún caso una "transgresión de la buena fe contractual".
Cabe recordar que en sus comentarios en Facebook en 2013, el tenor primero señaló la presencia de varios cargos afines a partidos catalanes en la dirección del Liceu.
Eran la exgerente musical Roser Trepat, amiga del expresidente catalán Jordi Pujol, de quien "nunca se conoció el sueldo". "Colocó a su cuñado --Joaquim Badia-- y a su sobrino en la cúpula", reitera ahora Mas Ferrer.
El cantante también señala a Oriol Aguilà, exdirector artístico e hijo de los socios de Marta Ferrusola en la desaparecida Hidroplant, la firma que Ferrusola fundó con Núria Claverol, esposa de Carles Sumarroca.
"...y a PSC y ERC"
El músico extiende su dedo acusador hacia Jordi Tarragó, director de recursos humanos del Liceu y exconcejal de ERC en Molins de Rei. Sostiene que entró "en la época del gobierno tripartito en la Generalitat".
Subraya también el puesto de Carme Urgell. La mujer del exconsejero de Economía, Antoni Castells, fue jefe de prensa del teatro hasta 2015.
Mas Ferrer recuerda que la hija del abogado Miquel Roca, Helena Roca, es la jefe de mecenazgo de la centenaria institución.
"Acusaciones exageradas"
Preguntada por la retahíla de acusaciones, una portavoz del Gran Teatre del Liceu ha subrayado que no se pronunciará sobre el conflicto laboral, pues el proceso judicial aún está en marcha.
A este respecto, el templo operístico niega haber contratado a tenores de forma provisional para reemplazar a Mas Ferrer. "Sólo se refuerza el coro para determinados espectáculos".
En relación a las denuncias de falta de transparencia, la Fundación que comanda el equipamiento recuerda que el Supremo ha calificado en su auto de "exageradas" las valoraciones del tenor.
"El propio tribunal las ve 'exageradas, desagradables y sobre todo poco afortunadas y, sin duda, reprochables moralmente'", cita textualmente la misma representante.
"Es un cementerio de altos cargos"
Preguntado por la veracidad de las acusaciones, un delegado sindical del Liceu valora que el centro musical "siempre ha sido muy permeable a los partidos políticos".
Según él, tanto es así que "a veces da la sensación de que se convierte en un cementerio de altos cargos".
"En épocas financieras estables se trae a Plácido Domingo y a los grandes. En las flacas, como la actual, se recorta tanto que la institución se degrada. Excepto en un capítulo: la dirección. No sabemos si se aprietan el cinturón o no porque no explican sus sueldos".
Según las últimas cuentas anuales de la Fundación Gran Teatre del Liceu [ver aquí] , la alta dirección, que dirige Roger Guasch, ganó 962.000 euros brutos en 2016. Dicha cúpula la componen nueve personas.