Vida y obras de José Entrecanales Ibarra
El fundador de Acciona es uno de los protagonistas del libro 'Trazas y Negocios', que desgrana la trayectoria de empresarios españoles del siglo XX
20 septiembre, 2022 20:00Quién no ha oído hablar de Ferrovial, ACS o Acciona por citar a tres de las mayores constructoras del país. Pues bien, todas ellas comparten dos características comunes: se crearon entre los años veinte y los cincuenta con una clara orientación hacia la obra civil, amparándose en las oportunidades de negocio de la política de obras públicas de Primo de Rivera y de la República, así como de los programas de reconstrucción del país devastado tras la Guerra Civil y de los planes de industrialización del franquismo, y fueron fundadas por ingenieros, quienes viendo una oportunidad de negocio, decidieron crear sus propias empresas. Ejemplo perfecto de éxito empresarial de un ingeniero es José Entrecanales Ibarra, fundador de la actual Acciona, una de las principales multinacionales españolas, que aún es una empresa familiar y cuya clave de éxito fue la excelencia técnica.
Bilbaíno nacido en 1899, se trasladó en 1915 a Madrid para preparar el durísimo examen de ingreso a la única Escuela de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos que existía en España. Terminó sus estudios como número uno de su promoción y coincidiendo en las aulas con otros grandes de la ingeniería civil como Eduardo Torroja, Carlos Fernández Casado, Francisco Bustelo … Ya licenciado y dada la adscripción de los ingenieros de caminos al Ministerio de Fomento, comenzó a trabajar para la Administración en la Junta de Obras del Puerto de Bilbao, pero rápidamente se pasó a la empresa privada, concretamente a Hidrocivil, fundada por Eugenio Ribera, ingeniero, profesor de la Escuela y uno de los constructores más brillantes del siglo XX y quien le puso en contacto con Manuel Távora, su socio en la aventura empresarial que estaban a punto de comenzar. Su primera colaboración fue la construcción del Puente de San Telmo y a este proyecto le siguieron otros donde consolidaron su “fama” en cimentaciones y construcciones bajo el agua hasta que en 1931 crearon la empresa, Entrecanales y Távora, S.A. (EyTSA), compartiendo la dirección de la compañía hasta el fallecimiento de Manuel en 1940 y desde momento, en solitario.)
Los comienzos tras la Guerra Civil
Especializada en cimentaciones bajo el agua, los comienzos no fueron fáciles pero tras el fin de la Guerra Civil, comenzó su despegue al amparo de la obra pública, primero de forma modesta durante los cuarenta, pero a partir de los cincuenta, espectacular, en plena consonancia con el desarrollo económico del país. La evolución de la empresa es una fiel fotografía de la de la economía española.
Durante el primer franquismo (1939-1955), caracterizado por el intervencionismo y las políticas autárquicas que conllevó un estancamiento económico, era necesario reconstruir las infraestructuras del país, especialmente las líneas ferroviarias, muy deterioradas y en estado de obsolescencia que impedía el uso de locomotoras más potentes y pesadas. El eslabón de más débil de la red eran puentes y viaductos metálicos, que debían ser reforzados o sustituidos. Entrecanales consiguió la adjudicación de una gran parte de estas obras (ejecutó casi cincuenta) y durante años RENFE fue su principal cliente. Ejemplos de esta destreza técnica son el Puente sobre el rio Matarraña (Teruel) o el de río Águeda (Salamanca).
Los cincuenta marcan el despegue
La llegada de los años cincuenta fue el espaldarazo definitivo de la empresa gracias a la política de obras públicas del franquismo. El gobierno decidió poner en marcha un plan de industrialización bajo el control del INI y acabar con el aislamiento exterior, que se plasmó en los Acuerdos de Madrid de 1953, más conocidos como los de “las bases americanas”. EyTASA fue la empresa que más proyectos y obras ejecutó en la construcción de las bases americanas y con la construcción de la factoría de ENSIDESA en Avilés, la empresa se hizo “grande”, ya que se encargó del diseño y ejecución del 95% de la obra civil del “Plan Avilés”, con una precisión técnica desconocida en España y llegando a tener más de 16.500 empleados simultáneamente.
Tras el Plan de Estabilización de 1959, comienza la etapa del “desarrollismo”, que supuso el despegue económico de España, que duraría hasta 1973. Estos años se caracterizaron por un rápido crecimiento, una fuerte industrialización, cierta liberalización, aunque también un marcado intervencionismo que se plasmó en los Planes de Desarrollo que incluían programas de inversiones en obra pública, fundamentalmente en transporte por carretera, obra hidráulica y vivienda
El empuje de los embalses
Obviamente, EyTSA consiguió una parte importante de todos estos planes, pero sobre todo participó en la obra pública por excelencia del franquismo los embalses. Ya se habían hecho algunos para regular el riego y abastecimiento, pero ahora se trataba de conseguir su aprovechamiento energético, en un país que demandaba mucha energía para industrializarse. Entrecanales trabajó para las principales compañías eléctricas en presas como la de Aldeadávila y La Almendra en Salamanca para Iberduero, Azután (Toledo) y Cedillo (Cáceres) para Hidroeléctrica Española o El Atazar (Madrid) para el Canal de Isabel II. Y esta especialización le sirvió como como trampolín para construir presas por todo el mundo y de ahí todo tipo de obras, hasta ocupar la tercera posición de las constructoras en obras en el extranjero, por detrás de Dragados y Huarte.
Pero el programa energético impulsado por el gobierno se centró además en la construcción de grandes centrales térmicas y sobre todo, nucleares. Entrecanales construyó algunas térmicas, como la de Escombreras (Cartagena), la de Velilla (Palencia) o la de las Caletillas (Canarias), pero fue el líder indiscutible en las nucleares, ya que construyó todas, salvo una, Ascó.
Docencia y negocio, sus dos pasiones
Toda esta cartera de obras permitió que la empresa creciera y obtuviera grandes beneficios, de tal forma que al presentar su dimisión como director en enero de 1970, dejó una gran empresa en manos de sus dos hijos varones, José Mª y Juan, a quienes les sucedería en 2004 sus nietos, José Manuel e Ignacio. En 1997, la empresa se fusionó con Cubiertas y MZOV, constituyendo una nueva sociedad, Grupo Acciona. El cambio más importante fue que la nueva empresa pasó a estar cotizada en bolsa, aunque el control lo sigue manteniendo la familia Entrecanales.
José Entrecanales falleció en Madrid en 1990, pero su biografía no estaría completa si no hacemos referencia a su otra faceta, la de profesor, ya que entre 1929 y 1957 simultaneó su labor empresarial con la de profesor en la Escuela de Ingenieros de Caminos, primero como auxiliar en la Cátedra de Puertos y Señales marítimas y a partir de 1931 como catedrático de Cimientos y Puentes de Fábrica y de Hormigón, la asignatura de su maestro Ribera, convirtiéndose a su vez en maestro de generaciones de ingenieros, que guardaron siempre un grandísimo recuerdo de su profesor. Docencia y Negocio fueron sus dos grandes pasiones profesionales y a ellas se dedicó en cuerpo y alma.
Por Gloria Quiroga Valle
Profesora de Historia Económica en la Universidad Complutense de Madrid