Letra Clásica
El secreto de los Palau al frente de Arpa
La editorial, con poco más de cinco años de vida, tiene vocación de “influir” y contribuir a la superación de la polarización en España
4 marzo, 2022 00:10Vocación de influir, de ejercer como prescriptores en el campo de la no ficción, y con el firme propósito de “no contribuir a la polarización política en España”. Esa es la posición de dos editores que se han hecho un hueco en el ámbito del ensayo, pero también en el sector de la autoayuda “escrita con rigor”. Es el secreto de Joaquim Palau, un veterano editor y de su hijo, Álvaro Palau, experto en gestión empresarial, más concentrado en los números, en la necesidad de que la empresa sea viable y crezca “de forma sana”.
Joaquim Palau ha sido editor en RBA, Destino y Edicions 62, pero quería impulsar un proyecto propio y lo ha logrado con Arpa, en un proyecto conjunto con su hijo Álvaro, que comparte la filosofía editorial del progenitor, pero incide en todos los elementos de gestión que deben primar en una empresa: “Es una editorial rentable, de las más rentables de todo el panorama editorial, porque todo está muy cuidado y pensado”, señala, en una conversación con Letra Global.
Pero, ¿qué pretende Arpa en un panorama repleto de editoriales, con grandes, pequeñas y muy pequeñas compañías que buscan lectores que no acaban de aumentar en España? Joaquim Palau tiene algunas respuestas. El propósito central es contribuir a un “diálogo fructífero” en España, que aleje las posiciones extremistas. “Yo tengo entre ceja y ceja la idea de un diálogo no institucional, sino social y humano, que tenga mucho en cuenta la relación centro-periferia”. Es decir, una editorial en Barcelona que busca el encuentro permanente con Madrid, y el diálogo de autores de Madrid con esa periferia, sea Barcelona, Bilbao o Sevilla, y también la relación entre la capital catalana y esas ciudades periféricas españolas.
En esos intentos destacan las obras editadas de Enric Juliana y Pablo Iglesias, Nudo España, o la del propio Juliana en solitario, Aquí no hemos venido a estudiar, que analiza el papel del Partido Comunista desde la dictadura a la transición. Pero también aparece en el catálogo de Arpa las obras del liberal José María Lassalle, exsecretario de estado de Cultura, como Ciberleviatán o El liberalismo herido. Álvaro Palau analiza cómo actúa la editorial Arpa. “Hay editoriales con un catálogo en el que se publican autores de una misma cuerda política, y las hay que publican autores de muy distintas cuerdas, pero que no dialogan entre sí. En cambio, lo que pretendemos en Arpa es que dialoguen entre ellos, que haya una escucha activa”, señala.
Con la publicación de unos dos títulos o tres al mes, Arpa cuida a sus autores y está encima de la edición de los textos. El diálogo que se reclama es también entre dos grandes ámbitos, el de autoayuda y el de no ficción. En abril la editorial publicará Maternidades precarias, de Diana Oliver, que explora la realidad de la maternidad, con todo lo que supone respecto a la precariedad, el cansancio, el deseo, la libertad y la conciliación. Y, en paralelo, edita La vida privada de Sócrates, de René Kraus, una biografía novelada de Sócrates y su tiempo, y que es uno de los libros favoritos de Joaquim Palau, publicado ahora por primera vez en España.
El catálogo como prescriptor
El debate en el ámbito de la edición ya no está centrado en una vieja idea, sobre quién dice lo que se debe leer. Los editores, como prescriptores, como grandes gurús que dirigen a la opinión pública para que asuman un determinado canon, han sido superados por las circunstancias de los nuevos tiempos. Lo ha señalado el crítico literario Ignacio Echevarría a partir de una figura que ha sido fundamental en España, el editor Claudio López Lamadrid. En su ensayo sobre el que fuera el gran agitador intelectual de editoriales como Tusquests o Random House, Una vocación de editor (Gris Tormenta), Echevarría se pregunta si esa figura ya será cosa del pasado. Los Palau asumen el reto. "Lo que ocurre es que las editoriales pueden ocupar ese papel, si trabajan bien sus catálogos". Joaquim Palau apunta que determinadas editoriales, como Anagrama o Salamandra, en el campo de la ficción, consiguieron que sólo por el sello sus libros han tenido y tienen lectores. En eso está Arpa, con la idea que su propio catálogo puede ejercer de prescriptor para un debate "más abierto y plural en España", en palabras de Joaquim Palau.
¿Pero qué pasa con los libros de autoayuda? ¿Se los deja en un segundo plano? Álvaro Palau los reivindica. "Defendemos dos conceptos, el de estar bien con uno mismo, querer ser mejor persona y entender cómo es nuestro cuerpo y nuestra mente y el de querer aprender para tener argumentos sobre muchas cuestiones. Para ese primer objetivo están los libros de autoayuda, que yo defiendo, y que son útiles". En las publicaciones para los próximos meses figuran distintos títulos, desde Yoga para alejarse del dolor, de Mireia Comas-Cros, a Cómo funciona la mentre creativa, de Carlos García-Delgado, o Cómo tratar con personalidades difíciles, de Christophe André y François Lelord. "Nos hacen mejores, y no veo por qué este tipo de libro deba ser dejado de lado", insiste Álvaro Palau.
En el otro peso de la balanza, en la búsqueda de argumentos para combatir esa creciente polarización política en España, figura un título que Joaquim Palau estima de forma particular. Se trata de La España que tanto quisimos, de Víctor Gómez Pin, que ahonda en el cuándo, el modelo y el por qué del distanciamiento de los españoles respecto al sentimiento de pertenencia.
Un aumento del 1% de lectores
Los dos cofundadores de Arpa señalan una cuestión que sigue siendo preocupante. El mundo de la edición vive meses muy positivos. Las ventas han crecido en los años de pandemia, de forma clara y notable, con porcentajes que pasan el 20%. Pero, ¿son también más lectores? "El gremio de editores lo tiene claro, y el dato es que los lectores han aumentado el 1%, y eso indica que el hábito de la lectura queda lejos del de otros países de nuestro entorno", precisa Joaquim. Y ese es el fenómeno: se compra más, pero no se leen los libros que se adquieren.
"En Arpa tenemos la vocación de lograr un país mejor, con la idea de que el que lee ensayos, libros de no ficción, puede ser muy influyente en sus núcleos familiares y de amistades. Alguien que puede exponer mejor sus argumentos en una reunión, y que no se queda con cuatro titulares o frases de medios de comunicación", señala Álvaro. Pero eso queda, por ahora, lejos de la realidad.
El catálogo lo es todo, esa es la obsesión de Joaquim, mientras que Álvaro tiene claro que eso es importante, vital, pero también lo es que toda la gestión "logre resultados". Y Arpa, como admiten padre e hijo, da beneficios. No excesivos, pero son números negros, los que permiten seguir adelante.
Saber y conocer y buscar el debate, esos son los retos. Para lo primero, el libro de Raul Hilberg, el mayor experto en el Holocausto, Ejecutores, víctimas y testigos, la catástrofe judía contada a través de sus protagonistas (1933-1945). Para el segundo propósito, un libro en catalán sobre la educación, titulado Finlàndia, una apologia de l'educació pública del nostre país, de Manel García, catedrático de filosofia, y que contrasta con otro anterior, Reinventar l'escola, de Jordi Musons, director de la prestigiosa escola Sadako. Herramientas, las de Arpa, para pensar antes de actuar.