Fèlix Riera: "Hay que saber por qué se desea volver al bosque"
El autor de 'El retorn al bosc' llena la librería Laie con interpelaciones sobre un fenómeno que puede derivar en "manifestaciones en la calle por el derecho a respirar aire puro"
10 noviembre, 2022 00:21Un bosquejo para llegar al bosque. Un relato, con agarraderas intelectuales sólidas, de la talla de Edgar Morin, que sirve para dar fe de un fenómeno mundial. El itinerario que ha seguido Fèlix Riera, por obras clásicas, series impactantes sobre el futuro, la historia y la filosofía, llega a una conclusión: la humanidad se inclina por un regreso al bosque, por un rechazo a la vida reglamentada y productiva, y todo ello no para ir en contra del progreso, sino porque se entiende que solo existirá ese progreso “si se respeta y se defiende la naturaleza”.
La librería Laie, en la calle Pau Claris, se llenó en la presentación del libro de Riera –gestor cultural, escritor y editor—titulado sin ambages El retorn al bosc (Pòrtic). Pertrechado por el historiador José Enrique Ruiz-Domènec, y el filósofo Eloy Fernández Porta, Riera habló claro: “Hay que saber por qué se desea volver al bosque, y lo deben saber los que toman decisiones, los políticos, los pensadores, los hombres y mujeres de acción, porque se trata de un fenómeno que lo va a cambiar todo”.
Riera se ha colocado ya en la etapa post-covid, como señaló Ruiz-Domènec. Y eso “es bueno, porque implica que se es consciente de que ha habido una transformación y que se debe afrontar”, según el historiador. Lo que señala Riera es que muchos hombes y mujeres, en todo el mundo, han renunciado a seguir las indicaciones oficiales, “porque ya no confían en el estado”, y han adoptado conductas propias para acercarse a una determinada concepción del bien. ¿Cuál es? La idea de que se debe salvar el planeta, de que “no hay tiempo”, y que existe “una especie de obligación moral de dejar todo esto algo mejor para nuestros hijos, o para nuestros amigos”. Es decir, se asume una cierta culpabilidad que hay que redimir con un cambio de vida, con orientaciones distintas en el día a día.
El gestor cultural, --exdirector de Catalunya Ràdio entre otras responsabilidades—no pretende ofrecer lecciones morales. Constata una “realidad”. Frente a él, en primera fila, estaba el presidente de Foment, Josep Sánchez Llibre –hombre de acción, y amigo de Riera—y también el presidente de Focus, Daniel Martínez, y la presidenta de Adetca, Isabel Vidal, y también Asumpta Escarp, vicepresidenta segunda del Parlament. ¿El mensaje de Riera? “Hay que asumir el cambio y ver qué contrato social nuevo se puede establecer”.
¿A qué se refiere Riera? A fenómenos como la ‘gran renuncia’, por el que millones de trabajadores en Estados Unidos, también en Francia, en menor medida en España, han dejado sus puestos de trabajo para “parar y ver la vida de otra forma”. A decisiones de los más jóvenes, “que no quieren ser tutelados por los padres, porque creen que no les garantizan su futuro, que será mejor si son ellos, los hijos, los que toman las riendas”. Se refiere Riera a los que ya no obedecen ideologías o consignas “sino sus propias convicciones, en base a sus experiencias, o las de sus amigos y el entorno inmediato”.
Sin poder respirar
El silencio fue completo. El pequeño espacio entre libros en la librería Laie se redujo aún más, porque Riera produjo cierta angustia. Una especie de falta de aire, precisamente lo que Riera cree que ocurre en la sociedad moderna. “No podemos descartar que en Barcelona se produzcan manifestaciones por el derecho a respirar aire puro, porque la percepción es que falta aire, que no se puede respirar, en el doble sentido, físico y personal”.
En la librería Riera pudo ver a amigos y conocidos, personas con responsabilidad actual y exresponsables hace unos años en diversos ámbitos. Estaba el presidente de Agbar, Ángel Simón; el presidente del Círculo Ecuestre, Antonio Delgado, pero también el exdirigente de Unió, Josep Antoni Duran Lleida o el exconcejal de urbanismo y mano derecha de Pasqual Maragall, Joan Torres. También la editora de Vegueta, Eva Moll, o el economista y humanista Lluís Boada. Todos ‘respiraron’ tras el discurso de Fèlix Riera, dispuesto a ofrecer las claves del siglo XXI, como destacó Ruiz-Domènec: “Eso es ambición, porque lo explica todo en un librito de 127 páginas”.
Riera admite que esa realidad le ha golpeado, que le “choca” determinadas acciones y posiciones. “El hombre, a lo largo de su historia, ha luchado por sobrevivir frente a la naturaleza, y ahora el hombre se siente culpable de dañarla y la quiere proteger. Hay jóvenes en la India que han denunciado a sus padres por haberles engendrado. Sí, hay cosas que me chocan, que son nuevas, que muestran cambios”, señaló.
Se avecina una catástrofe o muchas al mismo tiempo. Y el estado, las autoridades, lo llamado oficial, no las puede evitar o ya no puede tomar decisiones que aseguren que se pueden evitar. Esa es la percepción de millones de personas, que han decidido, sí, instalarse en el bosque, en la naturaleza, para protegerla, para sentirse confortado por ella. ¿Qué hacer ante todo ello? Para empezar, Fèlix Riera reclama que no se ignore, que se sea consciente de lo que viene, de lo ya ha llegado.