La estatua de Colón seguirá --por ahora-- recibiendo a los visitantes que lleguen a Barcelona a través de su puerto, aunque algunas de sus características podrían cambiar. Una de las opciones que valora el ayuntamiento de la ciudad sería, tal como ha revelado la alcaldesa Ada Colau, la de señalar este enclave con una "explicación crítica" sobre el personaje histórico.
El origen del debate se encuentra en las teorías que consideran que Cristóbal Colón inició, con su llegada a América, un "genocidio" contra las razas nativas y que, por ello, no debería ensalzarse su figura. Colau ha asegurado que esta reflexión sobre el conquistador es "pertinente", aunque reconoce que su estatua "forma parte de la memoria de la ciudad". Por ello, lo más aceptado --en este momento-- sería optar por un punto medio entre mantenerla sin cambios y eliminarla del final de Las Ramblas.
Barcelona, "ciudad antirracista"
La discursión sobre los monumentos a personajes destacados de la historia se enmarca, según ha comentado Colau en una entrevista en El món a RAC1, en la iniciativa de promulgar la defensa de la igualdad como rasgo de Barcelona como ciudad. "Queremos ser una ciudad antirracista, pero sabemos que aún nos queda mucho por hacer", ha declarado.
La de Colón no es la primera estatua que ha enmarcado este debate. A menos de un kilómetro de distancia de ésta se encontraba el monumento a Antonio López López, Marqués de Comillas --en la plaza del mismo nombre--, que le recordaba como empresario barcelonés de éxito del siglo XIX, por sus relaciones comerciales en Cuba. La estatua ha sido retirada y en la plaza se ha instalado un cartel en el que se destaca que hizo fortuna con la venta de esclavos.
Futuro incierto de Colón
La suerte que corra la estatua de Colón no tiene por qué ser la misma que la del Marqués de Comillas, ha destacado Colau. "El debate es pertinente, pero no quiere decir que se deba hacer igual con todas las estatuas y en todas las situaciones", ha comentado, "es un debate que comenzamos hace tiempo y que se seguirá haciendo", aunque de forma "sosegada" y con la participación de la sociedad civil.
Corrige así la alcaldesa las palabras pronunciadas por Jéssica Albiach, presidenta del grupo de los Comuns en el Parlament, en las que abogaba por retirar el monumento al conquistador. Albiach aseguró que refleja "el reconocimiento hacia una figura que hizo posible la colonización de unos territorios con el genocidio que generó" y que el 12 de octubre "no hay nada que celebrar".