La irrupción de las redes sociales ha sometido a los políticos a una sobreexposición que, a menudo, cuestiona su carisma y su credibilidad. Nuestros gobernantes, que durante años actuaron amparados por potentes campañas de marketing, son ahora mucho más vulnerables, lo que ha puesto fin a la llamada "erótica del poder"

Tres politólogos analizan para Crónica Global esa propensión de la clase política a explicar, no solo su actividad pública, sino también detalles de su vida privada. ¿Tienen derecho a la intimidad nuestros dirigentes? Sin duda, pero el exceso de politización, unido a la fiscalización del ciudadano, que a diferencia de otras épocas conoce perfectamente sus derechos, ha restado autoridad a quienes disfrutaron de una cierta mitificación.