Los médicos hacen milagros al salvar vidas que parecían condenadas a dar su último aliento. Así lo debió pensar el paciente que gracias al Hospital Gregorio Marañón pudo sobrevivir de una situación crítica por un milagro de una impresión 3D que generó una prótesis de emergencia. 

Estas prótesis suelen encargarse a la industria farmacéutica y tardan alrededor de un mes en llegar al hospital. No obstante, gracias a los avances tecnológicos, la herramienta pudo estar lista en solo en diez horas, cosa que agilizó mucho la situación tan grave que se vivía. 

Mal pronóstico

El paciente acudió a la urgencia del centro por un dolor lumbar muy intenso y súbito, según un comunicado. Los médicos le hicieron un escáner y vieron que la arteria aorta estaba seriamente dañada y que su vida corría grave peligro. Por eso, decidieron reproducir una prótesis para esta zona de forma muy excepcional. 

Estas lesiones se suelen reparar con una prótesis que se inserta por vía femoral, aunque en este caso era muy complejo porque la rotura estaba en una zona demasiado delicada para su acceso. Por ello, se descartaron las convencionales y se optó por una personalizada que evitara la muerte del paciente por obstrucción de alguna de las arterias secundarias. 

¿Cómo se hizo?

Un TAC sirvió para construir un modelo que reprodujera la zona y que sirvió de guía para personalizar una prótesis convencional a la medida del paciente que sirviera para reparar la zona afectada. Por otro lado, se buscó ajustar al milímetro la salida de sangre hacia otras arterias y mantener el flujo sanguíneo a vasos imprescindibles para la vida como los que riegan riñones o intestinos. 

La alternativa convencional para los pacientes con esta complicación médica suele ser una operación quirúrgica de muy alto riesgo para el enfermo. Esta lesión puede sangrar o desestabilizarse antes de que los cirujanos puedan arreglar el paso de sangre. Además, las complicaciones del postoperatorio son mucho mayores, puesto que este paciente ha sido dado de alto a las 48 horas.