Vistas desde el Observatori Fabra, situado en el Tibidabo de Barcelona / CG

Vistas desde el Observatori Fabra, situado en el Tibidabo de Barcelona / CG

Ciencia

Quince años cenando con las estrellas

El conocimiento científico y la gastronomía se citan, una vez más, en el Observatori Fabra durante las noches estivales

21 junio, 2018 00:00

El Observatori Fabra, situado en el Tibidabo, ha dado el pistoletazo de salida a la 15ª edición de las Cenas con Estrellas, una propuesta en la que ciencia y gastronomía se combinan durante las últimas horas de los días de verano.

De martes a domingo, hasta el 7 de octubre, las personas interesadas en participar podrán escuchar diferentes conferencias de temáticas como astronomía, biología, meteorología y química, entre otros. La iniciativa forma parte del programa de divulgación científica de la Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona (RACAB) e impulsada por la Fundación Bancaria “la Caixa”.

Observatori Fabra, situado en el Tibidabo, Barcelona / CG

Observatori Fabra, situado en el Tibidabo, Barcelona / CG

Observatori Fabra, situado en el Tibidabo, Barcelona / CG

Curiosidad por la ciencia

Más de 10.000 personas participan en cada edición del programa, cuyo objetivo principal es potenciar la cultura científica entre la ciudadanía. Cada una de estas Cenas con Estrellas se compone –tras una copa de bienvenida– de una cena que despierta la curiosidad del participante con los nombres de los platos inspirados en cuerpos celestes y estrellas. Seguidamente, un miembro de la RACAB o un experto invitado expone una temática científica en una conferencia de unos 20 minutos y, finalmente, los invitados acceden al observatorio para conocer su arquitectura y secretos.

Como guinda del pastel, el recorrido termina en la cúpula del edificio desde donde se puede echar una ojeada a través del telescopio Mailhat, un instrumento que sigue en funcionamiento después de 144 años desde su instalación. Durante el verano de 2018, aquellas personas que apuesten por una de estas cenas podrán observar personalmente Júpiter y sus cuatro satélites, la luna, Saturno, Marte y Albireo, una estrella binaria (compuesta por dos cuerpos brillantes) de la constelación del Cisne.

Dos comensales en 'Sopar amb estrelles' en el Observatori Fabra / CG

Dos comensales en 'Sopar amb estrelles' en el Observatori Fabra / CG

Dos comensales en 'Cenas con Estrellas' en el Observatori Fabra / CG

Lugar privilegiado

El presidente de la Reial Acadèmia de Ciències i Arts de Barcelona, Joan Jofre, asegura que esta iniciativa “despierta el interés” de los participantes por el método científico y lo hace, además en un “lugar privilegiado” no sólo por las espectaculares vistas de la ciudad de Barcelona: el Observatori Fabra ha sido destacado como uno de los 10 observatorios más impresionantes del mundo según la revista Zenit, especializada en astronomía, meteorología e investigación espacial.

De la misma manera piensa el director del área de Divulgación Científica y CosmoCaixa de la Fundación “la Caixa”, Jordi Portavella, quien explica que una de las razones del éxito de esta iniciativa es la unión entre “puestas en escena diferentes”, que llaman la atención y atraen a la sociedad, y el "alto nivel" de los científicos participantes que certifican la calidad de las conferencias.

Telescopio Mailhat del Observatori Fabra / CG

Telescopio Mailhat del Observatori Fabra / CG

Telescopio Mailhat del Observatori Fabra / CG

Año de celebraciones

La comunidad científica barcelonesa está de doble celebración en 2018. Además de los 15 años de Cenas con Estrellas, también se conmemora el 150º aniversario del nacimiento de Josep Comas i Solà, primer director del Observatori Fabra y “uno de los mejores astrónomos del país y de gran reconocimiento internacional”, como destaca Portavella. “No en vano hay un cráter en Marte que lleva su nombre”.

Comas i Solà fue el precursor de la gran reputación de las instalaciones situadas en el Tibidabo gracias a sus descubrimientos: 11 asteroides (el segundo director del observatorio descubrió uno más) y dos estrellas variables. Además, fue el primero en apuntar, a partir de sus observaciones, hacia la existencia de la atmósfera de Titán, en 1907.