Carlos Briones: "Debemos reivindicar la ‘tercera cultura’: humanistas y científicos deben escucharse”
El científico, investigador en el CSIC, constata en 'A bordo de tu curiosidad' la necesidad de aunar esfuerzos, de que el artista se interese por la ciencia para encontrar “metáforas”, y éste sepa disfrutar de la imaginación, con un mensaje claro: “La Humanidad va a vivir siempre en la Tierra”
13 julio, 2024 19:24Un científico que busca lo mejor de todos los mundos. Carlos Briones, Doctor en Ciencias Químicas en la especialidad de Bioquímica y Biología Molecular por la Universidad Autónoma de Madrid, es investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), y acaba de publicar A bordo de tu curiosidad (Crítica), un compendio de preguntas y respuestas sobre todo lo que afecta a la Humanidad, con un lenguaje asequible, con la idea de que el lector pierda el miedo a todo lo que resulte de “ciencias”, y con recomendaciones, con películas, músicas y libros de literatura para que el científico sepa “disfrutar y aprender” de todo aquello que se relaciona con las “letras”. Pero, ¿por qué se buscan las metáforas?
Briones, en esta entrevista con Letra Global, explica que eso es lo que buscaban algunos literatos, y luego se verá por qué. Pero lo esencial, para los que busquen otros mundos, es una de sus conclusiones: “La Humanidad va a vivir siempre en la tierra”, a pesar de los avances y de la idea soñada de hallar planetas con condiciones similares. Sin embargo, la relación entre humanistas y científicos debe ser posible:"Debemos reivindicar la ‘tercera cultura’: humanistas y científicos deben escucharse”.
La escena se sitúa en Londres. Briones quiere que retrocedamos en el tiempo. Corren las primeras décadas del siglo XIX. Es el barrio de Mayfair, en la calle Albemarle. Estamos cerca de la puerta de la editorial John Murray, la misma en la que ya han publicado libros Jane Austen o Lord Byron. Más tarde lo harán otros, en campos distintos, como Charles Lyell, Charles R. Darwin, Herman Melville o Arthur Conan Doyle. Un poco más allá encontraremos la sede de la Royal Institution, fundada en 1799. Allí imparten conferencias abiertas al público físicos y químicos famosos como Henry Cavendish o Michael Faraday.
Uno de los asistentes habituales a esas charlas científicas es el poeta romántico Samuel Taylor Coleridge. Y era el objeto de las burlas de sus colegas y amigos, como Byron o William Wordsworth. No entendían que dedicara tanto tiempo a una actividad “tan poco literaria y elevada”. Y Coleridge les soltaba una frase que Briones califica de “genial y maravillosa”. El poeta decía: “Asisto a clases de química en la Royal Institution simplemente para enriquecer mi repertorio de metáforas”.
La lección es esencial. Briones entiende que ha llegado la hora de superar miedos y prejuicios. “Hay una idea que separa mundos, conocimientos y que nos empobrece. Hay muchas cosas que se relacionan, disciplinas que deben entenderse. No se puede menospreciar un poeta, ni dejar de conocer un científico que haya aportado mucho a la Humanidad. Debemos revindicar la llamada ‘tercera cultura’: humanistas y científicos deben escucharse y entenderse”.
Pero, ¿qué es esa ‘tercera cultura’? Briones presenta hasta 52 preguntas en su libro, de todo tipo. Todas parten de una máxima, la del escritor Stanislaw Lem: “La ciencia explica el mundo, pero sólo el arte nos puede reconciliar con él”. Para Carlos Briones no puede haber espacios separados. “Los necesitamos todos, debemos interiorizar esa frase de Lem, porque es exactamente eso”.
Preguntas científicas acuciantes
Porque las metáforas son cruciales. Escribe Briones: “Las metáforas, quizá ahí esté la clave de todo. Muchos escritores las han construido inspirándose en descubrimientos y avances científico-técnicos como la física newtoniana, la evolución por selección natural, la relatividad, la mecánica cuántica, el psicoanálisis, la conquista del espacio o la genética. Y, en paralelo, los científicos han tenido que someter a tensión al lenguaje para describir lo que no siempre se puede nombrar con palabras, como relaciones matemáticas, procesos físicos, estructuras químicas o interacciones biológicas. Por ello utilizan metáforas que, además, les conectan mejor con quienes los leen o escuchan”.
Las preguntas existenciales, en todo caso, siempre están con nosotros: ¿Existen planetas fuera del sistema solar?, ¿Podemos viajar en el tiempo? ¿cuál fue el origen de todo? ¿Qué es la vida? ¿por qué la evolución es un hecho? ¿de dónde venimos? ¿Necesitaremos un ‘planeta B’ para la humanidad?
Sin embargo, el investigador del CSIC también ofrece lo que más necesitamos ahora. El futuro, o, más bien, el presente, inyecta presión a nuestras vidas: ¿cómo nos afecta la crisis climática? ¿existe una ciencia básica y una ciencia aplicada? ¿hacia dónde avanza la medicina actual? ¿cuántas enfermedades nos acechan?
Briones explica su idea sobre el futuro de la humanidad. ¿Podremos viajar hacia otros planetas, hay que prepararse como hacen los multimillonarios de las empresas tecnológicas? “Hay que tener claro que habrá expediciones, que se podrá viajar a determinados planetas y que habrá pequeñas colonias de científicos, tal vez. Pero también debemos saber que vamos a vivir siempre en la Tierra. La humanidad está en el planeta Tierra y habrá que adaptarse a lo que vaya sucediendo, intentando, claro, que se pueda vivir en condiciones”, asegura Carlos Briones, por lo que “las soluciones las deberemos hallar aquí, en la Tierra. No nos iremos, porque no podremos, a ninguna parte”.
Pero lo más importante es dialogar con el otro, saber que no hay “fronteras” en el conocimiento. Y eso es lo que se reivindica con la llamada ‘tercera cultura’, que Briones expone como una de las 52 preguntas. ¿Qué es?
Especialistas ignorantes
La relación entre individuos con formaciones muy distintas puede dar a fenómenos únicos. ¿Es posible que un astrofísico, un ingeniero electrónico, un biólogo y un diseñador gráfico trabajen juntos? Sí, es el caso de Brian May, John Deacon, Roger Taylor y Freddie Mercury. Y claro, sí, son los nombres de los miembros del grupo de rock Queen. Pero, ¿quién ató todos los cabos?
Fue el físico y novelista Charles Percy Snow, quien pronunció una conferencia en Cambridge el 7 de mayo de 1959, titulada Las dos culturas, en la que alertaba sobre la falta de comunicación entre ciencias y humanidades. “Los científicos creen que los intelectuales literarios carecen por completo de visión anticipadora, que viven singularmente desentendidos de sus hermanos los hombres (…) Cuando los no científicos oyen hablan de científicos que no han leído nunca una obra importante de la literatura, sueltan una risita entre burlona y compasiva. Los desestiman como especialistas ignorantes”, decía Snow.
Una conferencia en el Museo del Prado
Esa idea la recogió el escritor y editor John Brockman, que fue el autor en 1995 de La tercera cultura, donde insiste sobre la necesidad de tender puentes entre las humanidades y la ciencia, con la filosofía natural como guía, “pues solo así se podrá avanzar hacia una “tercera vía’ cultural realmente integradora y transdisciplinar”.
La idea de Briones queda expuesta al final de cada uno de los capítulos. Y él mismo practica lo que defiende: ¿Cómo seguir? Para saber más: “Un libro: La tercera cultura, de John Brockman (Tusquests); Otro libro: Los elixires de la ciencia. Miradas de soslayo en poesía y prosa, de Hans Magnus Enzensberger (Anagrama), y…Una charla: El arte y la vida: un científico en el Museo del Prado, impartida por el autor de este libro (A bordo de tu curiosidad). No es otro, claro, que Carlos Briones.
Con ilustraciones para cada capítulo, y un cuerpo de letra que agradecerán los lectores más veteranos, el libro supone una apuesta determinada de la editorial Crítica para no ofrecer excusas a la lectura.