Santiago Díaz, 'Indira' y el éxito de la novela negra: “¿Y tú qué harías en su situación?”
El autor señala la capacidad de estos libros para entrar en todas las cuestiones desde una premisa: "La autocensura es lo peor que podemos hacer como escritores"
9 marzo, 2023 17:25Lectores que imaginan, que ven en los personajes de las novelas a sí mismos en diferentes situaciones. ¿Irreales? Puede que sí, que nunca experimenten esos dilemas morales, pero, “Y tú, ¿qué harías en su situación?” Esa es la pregunta que deja en el aire Santiago Díaz Cortés, sabedor del poder que tiene la novela negra en España con miles y miles de ávidos seguidores. Su nueva creación, Indira (Reservoir books), es la tercera entrega sobre la investigadora Indira Ramos, que inició con El buen padre, seguida de Las otras niñas. La lección aprendida es que los autores de las narraciones ‘negras’ gustan porque “no ponen límites, porque todo es posible y la imaginación vuela con toda libertad”.
Santiago Díaz (Madrid, 1971), en conversación con Letra Global, se muestra eufórico, pero no tanto por el éxito, como por la propia posibilidad de ser el muñidor de historias que vuelan solas. “La autocensura es lo peor que podemos hacer como escritores”, señala, con el convencimiento de que eso, por ahora, no le va a pasar a él. Su historia incorpora a un policía gitano, que le sirve para rechazar las cortapisas y los obstáculos que se generan en quienes están, supuestamente, en el bando equivocado. “He descubierto, al meterme en ese ambiente para crear al personaje, que hay racismo en los dos sentidos, porque los gitanos no entienden que pueda ser un policía, ni los policías ven con buenos ojos a un gitano”.
Pero, ¿qué sucede en España para que los lectores sean tan fieles a la novela negra? En comparación con los grandes éxitos de ventas de autores nórdicos, la tesis de Díaz es que los nórdicos se refieren a sus cosas, conocen a sus sociedades. En España el lector quiere sentirse identificado con personajes próximos, e Indira Ramos lo es, con un añadido: “No es un personaje perfecto, tiene carencias y debilidades y una de ellas es que tiene un TOC, un trastorno obsesivo compulsivo, sobre la limpieza, y que no solo le complica la vida a ella, sino a todas las personas a su alrededor. Y es que el lector quiere verse en determinadas situaciones como él es, y todos tenemos nuestras cosas”, señala Díaz con una voz poderosa, propia de un ‘Dios creador’.
El poder de la novela negra, hoy, a juicio de Díaz, guionista de cine y televisión, acostumbrado a la escritura rápida, la que precisa de giros continuos, es que en ella tiene cabida todo tipo de estilos. “La novela negra, en estos momentos, es el conjunto de muchos géneros, considerados antes como menores, ya fuera la novela de enigma, la de crímenes, el thriller, o la romántica o de denuncia social. Todo puede tener cabida y por eso creo que gusta tanto".
Los capítulos en Indira se suceden con puntos álgidos, que deja al lector sediento de las próximas páginas. Es una técnica, que Díaz conoce bien por su trabajo en la televisión. “Siempre digo que nuestro enemigo número uno es el mando a distancia, porque puedes perder a los televidentes cuando hay publicidad. O cuando había, si pensamos ahora en las plataformas. En todo caso, hay que dejar siempre la situación muy arriba para mantener la atención”.
¿Batalla entre plataformas de streaming?
Esa cuestión, en la escritura de una novela, se traduce en un esquema muy bien pensado. El lector no lo nota y esa es la maestría del escritor, pero Díaz expone que, previamente, ha habido un desarrollo de cada uno de los protagonistas, para que, luego, ellos mismos lleven de la mano al novelista. Todo tiene su significado, pero el trabajo previo es enorme.
El dilema moral está claro. “Uno nunca piensa que pueda asesinar a nadie. Pero, ¿en qué punto puede ser irremediable? Eso es lo que se plantea en novelas como Indira, con la posibilidad de matar a alguien a sangre fría. Como persona eso te interpela y en ese momento, mientras lees, piensas que no eres moralmente tan estable como pensabas. Eso tiene un enorme poder de atracción”, insiste Díaz. La primera parte de la saga sobre Indira Ramos, El buen padre, ya ha iniciado los trámites para que tenga una traducción audiovisual. “Está en buenas manos, pero en el negocio audiovisual nunca se sabe, porque se pasan muchos niveles y cortes”, asegura el escritor, con más de seiscientos guiones escritos a sus espaldas.
El momento es positivo para un guionista, mantiene Santiago Díaz, pero, ¿qué es lo idóneo para un creador? La novela se guioniza para una serie audiovisual. La serie, sin un escrito detrás, necesita todo un equipo al cargo. Y esa es la gran diferencia, a juicio del autor de Indira. “Lo mejor, para un creador, es escribir una novela, con toda la libertad, aunque siempre pendiente de los consejos de los editores. Pero cuando se inicia una serie, que no es la adaptación de ninguna novela, la creación es múltiple, y se discute todo. Es imposible imaginar un inicio y un final y todo un desarrollo, sin que haya cambios continuos”, remacha Díaz.
Buen momento, pero, ¿pueden morir los guionistas de éxito por la competencia entre plataformas de streaming, que demandan contenido de forma constante? “Es complicado mantener el nivel de demanda del público, porque han cambiado también los hábitos y ahora puedes iniciar una serie un sábado después de comer y acabar a las tantas de la madrugada, porque la quieres consumir toda de un trago”, se sincera Díaz. En todo caso, su Indira ya marcha a gran velocidad en las librerías.