Más allá de C. Tangana y 'El Madrileño': el debut de Antón Álvarez como director de cine
El cantante madrileño hace un año se exponía ante las cámaras en el documental 'Esta ambición desmedida', y ahora vuelve a la pantalla en su debut como director este jueves con el estreno de 'La guitarra flamenca de Yerai Cortés'
“Tengo que contarlo”. Así expresa C. Tangana su necesidad de volver a crear. No saca nuevo disco, tampoco pretende generar polémica. El cantante madrileño cambia de arte sin abandonar del todo la música para compartir una historia que le impactó, esta vez a través de un medio diferente: el cine.
Antón Álvarez, más conocido como C. Tangana, anunció en septiembre a través de sus redes sociales su debut como director con La guitarra flamenca de Yerai Cortés, largometraje que se estrenará en cines este jueves.
Presentada ante la crítica en el Festival de San Sebastián, la película es un retrato de la vida profesional y personal del artista alicantino Yerai Cortés, guitarrista que dejó impresionado al cantante y a quién presenta como uno de los músicos emergentes más llamativos del flamenco.
Partiendo del proceso de grabación de uno de sus discos, Antón Álvarez realiza un documental que muestra la esencia de la música del alicantino, cómo su arte se vincula con la cultura gitana y con su historia personal y familiar, atravesada por "una gran pena", como dice C. Tangana en el tráiler del film.
Más allá de C. Tangana
En 2021, C. Tangana revolucionó el panorama musical con su disco El Madrileño. Una serie de colaboraciones con grandes artistas reconocidos a nivel internacional como José Feliciano y Eliades Ochoa formaba un álbum con estilo propio: una fusión de ritmos urbanos con otros géneros latinos tradicionales, en canciones como Demasiadas mujeres, cuyo inicio son los primeros compases de una marcha de Semana Santa.
Su cuarto álbum rompió moldes y supuso un giro de guion en la carrera del artista, al que se considera ahora como uno de los mayores representantes del pop urbano español, junto a nombres como Quevedo o Rosalía.
Porque antes de ser 'El Madrileño', Antón Álvarez, conocido en su círculo más cercano como 'Pucho', se formó como rapero en la escena underground madrileña de principios de los 2000, cuando se hacía llamar Crema. Además, se licenció en Filosofía en la Complutense de Madrid, y aunque no se considera un intelectual –ni pretende serlo–, en sus ideas se aprecia una manera particular de entender la música y el arte, alejada de un elitismo que aborrece, a pesar de que ha sido criticado por pecar de materialista.
Esta visión particular se aprecia en la propuesta musical que ha presentado en los últimos años, aportando elementos del folclore español a sus creaciones (primero a su música, ahora a su primera película) y haciendo de la estética cañí su seña de identidad. Todo ello para demostrar que el arte no tiene por qué ser elevado, que la cultura popular también puede ser digna de admiración.
Una experiencia musical
Así, en La guitarra flamenca de Yerai Cortés, C. Tangana habla de volver a valorar las cosas más sencillas, las de antes, las de siempre, aquellas que conforman la cultura y por tanto nuestra propia identidad, que también deberían llevar el nombre de "arte".
Es una idea que forma parte de la filosofía del documental, de la del propio artista, así como del género que lo inició en la música, el hip hop –la cultura de los samples, de nutrirse de lo hecho previamente para crear algo distinto- pero también es clave en un género musical que tiene muy presentes sus influencias y al que C. Tangana rinde homenaje: el flamenco.
En concreto, el interés del madrileño se centra en la dimensión más espontánea y performativa del género, la pura experiencia musical del cante que surge de la inspiración y el sentimiento de comunidad. En la película, C. Tangana sale del estudio, de los teatros, para ir allí dónde el flamenco es pura emoción y forma parte de la vida de los que lo cantan.