El anuncio por parte de Disney de que algunas de sus películas más clásicas no estarán disponibles para menores de siete años por incluir contenidos que se podrían catalogar como racistas ha llamado mucho la atención.
Casi tanto como cuando Lo que el viento se llevó fue retirada del catálogo de HBO por esa misma razón, para volver un tiempo después con una explicación al comienzo de la cinta en la que avisa sobre el hecho de que las aventuras de Escarlata O'Hara se escribieron y produjeron en un contexto histórico diferente al actual.
¿Que ha decidido Disney?
La decisión del gigante del ocio ha sido retirar clásicos como Dumbo, Peter Pan, El libro de la selva y La dama y el vagabundo del catálogo infantil destinado a los menores de siete años, apuntando además al comienzo de la cinta el siguiente mensaje: “Este programa está presentado como se creó originalmente. Puede contener representaciones culturales anticuadas”. Y es que las películas citadas se crearon en 1941, 1953, 1967 y 1955 respectivamente.
El porqué de tal decisión radica en la naturaleza de algunos personajes que aparecen en los films. Por ejemplo, los cuervos que salen en Dumbo son negros y malhablados, además de pobres. Y en la versión original tienen acento afroamericano. Es más, al líder lo llaman Jim Crow, que es como se nombraba de manera despectivamente a los ciudadanos de raza negra en Estados Unidos.
Estereotipos poco adecuados
Son precisamente los estereotipos que se emplean en estas películas los que han provocado que Disney las relegue de ese modo. Por ejemplo, los nativos americanos de Peter Pan no se caracterizan por ser demasiado habladores e inteligentes.
Asimismo, los monos de El libro de la selva cantaban y hablaban como la población negra, algo que hoy no tendría sentido alguno. De igual modo los gatos siameses (y malvados) de La dama y el vagabundo ofrecen una visión negativa sobre los pueblos asiáticos.
No solo dibujos
Esas representaciones sesgadas y negativas no han sido exclusividad de los largometrajes de animación. Por ejemplo, en Desayuno con diamantes hay un personaje asiático interpretado por Mickey Roney que se muestra insolente, arisco y realmente desagradable en comparación con Audrey Hepburn y George Peppard.
Y eso nos lleva a recordar lo sucedido con Lo que el viento se llevó, una de las grandes obras maestras de la historia del cine,que destaca por ofrecer una visión sumamente racista de la historia estadounidense. No hay más que recordar cómo muestran a los esclavos en el Sur y el modo en que retratan una sociedad que distaba mucho de ser justa. Esto llevó a una retirada cautelar de la plataforma de contenidos y a una vuelta en la que se avisaba del contenido inapropiado.
En desacuerdo
Muchos especialistas se han mostrado reacios a este revisionismo, ya que cada obra se adecúa al momento en que fue realizada. Películas que son consideradas auténticas obras de arte rompedoras podrían desaparecer si se atendiera al eufemismo de parámetros “culturalmente anticuados”.
Un ejemplo de ello es El nacimiento de una nación que en 1915 fue dirigida por D.W. Griffith. En este largometraje se hace una apología del Ku Klux Klan --y del supremacismo de la raza blanca-- inadmisible hoy en día. Pero, claro está, hay que tener en cuenta el momento y el lugar en el que fue rodada. Cabe recordar que en Estados Unidos existieron leyes segregacionistas hasta muchos años después.
Más films con tintes racistas
Además de estos ejemplos, hay otros muchos que podrían revisarse y, como consecuencia, que hubiera ciertas dificultades para acceder a ellos. Largometrajes de la conquista del oeste están llenos de una visión partidista y racista de los “indios”. Una maravilla como Centauros del desierto ahora mismo no se llegaría a rodar y, de hecho, ha habido voces contra este fantástico relato de John Ford.
Y no hace falta alejarse tanto en el tiempo para encontrar visiones con cierto aire xenófobo en numerosas producciones. En Indiana Jones y el Templo Maldito debe ser un hombre blanco quien saque del yugo de hindúes fundamentalistas de piel oscura a una humilde aldea. Asimismo en Black Hawk Derribado de Ridley Scott, los combatientes somalíes son retratados como impersonales, crueles y malvados que solo quieren acabar con la vida de los magníficos soldados estadounidenses. En definitiva, hay muchos ejemplos de buenos films con malos mensajes y la cuestión es preguntarse si eso les hace merecedores de censura décadas después de su realización.